Buenos Aires, 21 abril (Especial para NA por Esteban Durante*) — La influenza equina es una enfermedad endémica en la Argentina, por lo que todos los años los animales están expuestos a que aparezcan casos, especialmente si no están vacunados.

En los equinos, se manifiesta de modo similar a la gripe en las personas. Sus síntomas aparecen a los tres o cuatro días del contagio.

El animal afectado presenta fiebre, decaimiento, descarga nasal acuosa y transparente que suele volverse serosa y oscurecerse y tos, siendo este último un signo muy evidente.

Para su recuperación, se lo debe aislar y dejarlo descansar, sin someterlo a esfuerzo físico, y en un lapso de siete a diez días recobra su buena salud.

Se trata de una enfermedad viral contagiosa que afecta las vías aéreas superiores de los équidos (equinos, asnos, mulas) y su principal forma de transmisión es por vía aerógena. Se propaga rápidamente en un grupo de equinos en estrecho contacto, teniendo mayor predisposición al contagio aquellos animales que se encuentran sometidos a altos niveles de estrés (traslados, entrenamiento, competencia).

Durante el mes de marzo de este año, se confirmaron casos de influenza equina en San Juan, en los hipódromos de Mendoza, Palermo y San Isidro, y también se están analizando algunas sospechas de la presencia de la enfermedad en otros puntos del país.

Ante esta situación, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dispuso fortalecer las medidas sanitarias en hipódromos y concentraciones de caballos, para disminuir la difusión del virus, que no afecta a las personas.

Se presume que el virus puede haber ingresado desde Chile, donde se reportaron casos de influenza equina durante los meses de enero y febrero pasados.

El primer foco en la Argentina se detectó el 20 de marzo en el hipódromo de la ciudad de Mendoza, donde personal del Senasa interdictó preventivamente el establecimiento y tomó muestras de suero e hisopado nasal de los equinos involucrados, que resultaron positivas a la enfermedad. Luego de las diferentes inspecciones realizadas con posterioridad por el Senasa, se evidenció ausencia de síntomas clínicos y la recuperación de la sanidad de los animales.

En otros focos, como en las ciudades de Trelew y Rosario, se tomaron muestras de suero e hisopado de los animales con síntomas característicos de la enfermedad, y se esperan los resultados del análisis de laboratorio.

Asimismo, distintos organizadores de eventos ecuestres preventivamente decidieron suspender sus actividades previstas en diferentes puntos del país, con el objetivo de proteger la sanidad de los equinos.

Ante esta situación, el Senasa recomienda a todos los titulares, tenedores y/o responsables de équidos, la vacunación preventiva de los animales que no estén afectados.

También se recomienda mantener a los equinos en ambiente bien ventilados, higienizar y desinfectar las instalaciones y demás instrumentos de uso en la actividad y evitar el contacto de equinos que provengan de establecimientos o eventos de riesgo con los animales propios.

A fin de disminuir la propagación del virus, debe hacerse especial hincapié en el aislamiento y el reposo de los equinos afectados, así como en el registro periódico de su temperatura corporal.

Es importante recordar que la Ley 27.233 establece que los propietarios de los animales son los responsables primarios de mantener su sanidad. En consecuencia, deben tomarse recaudos respecto al contacto estrecho con otros caballos, el hacinamiento y el transporte, ya que son los factores más comunes de riesgo para contraer la enfermedad.

Ante la aparición de signos compatibles con la enfermedad, se debe avisar de inmediato a la oficina del Senasa más próxima, enviar un correo a equinos@senasa.gob.ar o llamar a la línea telefónica 011- 4121 5411.

(*) Veterinario del Programa de Enfermedades de los Equinos del Senasa.

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