Buenos Aires, 8 julio (Especial de NA) — Las nuevas generaciones de productores agropecuarios dependerán de la tecnología digital en el campo porque se harán cargo del manejo de los establecimientos y empresas los integrantes de las Z, es decir los centennials y los alpha (los táctil).

   Así lo consignaron en un análisis el jefe del Departamento Económico de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Julio Calzada junto con las especialistas Ingrid Clausen y Sofía Corina.


   "Indicios muestran que los nacidos desde 1996 en adelante serán los más ávidos en incorporar el avance exponencial de la tecnología digital en el agro", sostuvieron.

   La conexión en el campo será tan vital como cualquier otro servicio público porque los centennials y los alpha no conciben un mundo sin internet o celulares.

   Este grupo se inclina por las soluciones inmediatas, a la velocidad de un clic y son capaces de hacer una simultaneidad de actividades al mismo tiempo.


   "Los centennials están creciendo junto con la revolución digital del agro y serán los actores del crecimiento productivo de los próximos 20 años. Se caracterizan por ser autodidactas, visuales, versátiles, flexibles a los cambios y aficionados por la tecnología", indicaron en el estudio.


   En cambio, definidos como los post-centennial, los nacidos a partir del 2010 son los hijos de los millennials y vinieron al mundo monitoreados a través de cámaras, sensores de pulsaciones, apps para alimentarlos y con una vida en las redes sociales antes del año de edad.

   Entonces, su cotidianeidad virtual se expandirá a las actividades diarias del campo, que estarán automatizadas por inteligencia artificial y serán controladas en forma remota.


   Estas generaciones se sienten cómodas trabajando con los dedos en una pantalla, sumergidos entre algoritmos, redes sociales colaborativas, inteligencia artificial y minería de datos.

   Adictos a la novedad, sin embargo, de chicos fueron sobre- estimulados, por lo que se aburren muy fácilmente y les cuesta focalizarse en una sola actividad.


   De la mano de estas nuevas generaciones, la adquisición de los insumos agrícolas podría llegar a concretarse a través de plataformas que comparen diferentes calidades, precios y condición de entrega.


   Es bastante lógico pensar que se inclinarán por el uso de las energías renovables, sobre todo la solar para el funcionamiento de máquinas o robots, potenciarán la agricultura de modo tal de usar la menor cantidad de químicos posibles con un mayor cuidado del suelo; valorarán más el agua como recurso escaso y se inclinarán en satisfacer la creciente demanda de alimentos orgánicos.


   En rigor, las generaciones futuras del campo tenderán a resolver desde el Smartphone sus finanzas, compras de insumos, ventas de granos, ordenes de trabajo, logística, monitoreo de lotes con drones o imágenes satelitales.


   La "internet de las cosas" alcanzará al equipamiento de las explotaciones agrícolas y los algoritmos que tomen sus datos como inputs facilitarán la toma de decisiones.


   Es razonable pensar que los productores de la próxima generación trabajaran en forma remota y colaborativa, con un equipo de tareas multidisciplinario.


   La lectura de las opiniones de los consumidores y los influencers definirán las decisiones de compra: "Los consumidores pasivos virarán a prosumidores o consumidores que producen un contenido nuevo sobre el producto. Así, las experiencias de los usuarios colocan a las marcas en un segundo plano", arrojó el análisis.


   Además la "uberización" de la maquinaria agrícola a través de plataformas market place sería otro de los fenómenos. Tal como sucede con Uber, las máquinas, robots, drones serían compartidos por diferentes usuarios para disminuir la capacidad ociosa de la tecnología y bajar costos.

   Además, el crowfunding (financiación colectiva) para hacer inversiones en el agro podría llegar a ser moneda corriente.


   Las generaciones Z y alpha no se caracterizan por ser pacientes, quieren soluciones inmediatas, por lo tanto, es factible creer que tenderán a eliminar los trámites burocráticos a fines de agilizar cualquier proceso.

   La tecnología blockchain plantea esa solución: La "cadena de bloques" es una plataforma digital que recopila y comprueba las transacciones entre sus usuarios. Esta tecnología se puede utilizar para hacer transferencia de dinero como así también para la trazabilidad de los alimentos que se produzcan en el campo hasta el consumidor final.

   Otra característica particular de estas generaciones es que vieron a sus padres y abuelos lidiar con los riesgos de precios y los climáticos; es probable así que incorporen las coberturas del agro tan cotidianamente como lo hacen con las médicas.


   Para los analistas, se habla de generaciones con otros valores respecto al ambiente ya que vivencian desastres ecológicos en cortos períodos y necesitan preverlos.


  El cambio ya ha comenzado con los centennials que se arriman al campo porque lo heredan o les interesa.

   

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