Buenos Aires, 2 septiembre (Especial de NA, por Nicolás Tereschuk) — En los últimos días se sumó un compañero de ruta grande y pesado a la crisis de los “mercados emergentes” que venían protagonizando en los titulares de toda la prensa mundial Turquía y la Argentina: la India de Narendra Modi se vio sacudida por el cambio de comportamiento de los inversores internacionales.
La cadena norteamericana CNBC advirtió en ese contexto que ambos países tienen algo en común: una consecuencia de brusca devaluación del Peso argentino y la reciente depreciación de la Rupia india ha puesto a Mauricio Macri y a su par asiático, dos presidentes “pro mercado”, en una posición que “amenaza su credibilidad y sus esperanzas de reelección”.
Esta semana, la moneda india tocó su piso histórico, aunque la verdadera preocupación en el país proviene del aumento de los precios del petróleo ya que se trata de un importador neto.
El crecimiento económico permanecía fuerte: entre junio y agosto, el producto creció a un ritmo interanual del 8,2 por ciento.
A pesar de eso, el mercado parece querer tomarle el tiempo al presidente Modi y el banco de inversión Morgan Stanley redujo a un 50 por ciento la posibilidad de reelección.
Cuando se mira hacia el Este asiático esta semana se sumaron más novedades.
Otra Rupia, la de Indonesia se depreció a su menor nivel en dos décadas -durante la crisis asiática de fines de los 90-, lo que obligó además a una fuerte intervención de ese Banco Central.
En ese contexto, el riesgo país se elevó a su mayor nivel desde 2016 y cayó la bolsa de Indonesia.
¿Y por qué la situación se tensa más en estos países? Los analistas difieren pero un punto a tener en cuenta es que tanto Argentina, como Turquía, así como India e Indonesia -hay que anotar también a Filipinas- muestran amplios déficit de cuenta corriente.
Al verlos vulnerables, los inversores se desprenden de los papeles de esos países, sean monedas, acciones de empresas o bonos de deuda.
En ese contexto, la agencia internacional Bloomberg advirtió que se debe seguir de cerca la situación de lo que denominó como “bonos basura” en Asia.
Se trata de deuda emitida en dólares por parte de empresas asiáticas -no financieras- y que se prevé que se eleve hasta un récord de 24,2 billones de dólares en 2021.
La pregunta es qué ocurrirá con esa deuda una vez que Estados Unidos siga avanzando con su plan de aumento de la tasa de interés.
“Las compañías más riesgosas de Asia enfrentarán presión para acceder a nuevo financiamiento”, apuntó el medio especializado, que se refirió a crecientes riesgos en China, Corea, Taiwán, Hong Kong, Singapur, además de Indonesia, India y Filipinas.
El contexto no ayuda a mantener la calma: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó esta semana con retirar a su país de la Organización Mundial de Comercio, nada menos, mientras aumentan las tensiones en cuanto a los flujos de bienes por parte de la mayor potencia Mundial hasta con Europa y Canadá. .
Y si hablamos del viejo continente, en los últimos días volvieron las preocupaciones sobre Italia: los inversores se desprenden de los bonos de deuda firmados por Roma, donde se suman tensiones al interior del Gobierno y a su vez con Bruselas por la política económica.
Con una retórica anti-europea, llega la hora de poner en marcha las promesa de campaña, que va desde un impuesto de 15% o 20% según el nivel de ingresos a un “ingreso de ciudadanía” de 780 euros.
Italia amenaza con querer dejar de lado regla europea que limita el déficit publico al 3% del PIB.
Apenas un breve panorama, al Este y al Oeste, de lo sacaudido que está “el mundo” al que ha propuesto “volver” el presidente Macri.

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