Salta, 15 septiembre (Enviada especial de PR) — El arzobispo
de Salta, monseñor Mario Cargnello reclamó hoy a los “que manejan
la plata en nuestro país” mirar lo que sucede y apostar al “bien”.
   Fue al concelebrar la “misa estacional” en el día en que se
celebra la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro en la capital
salteña con una solemne procesión y la renovación del Pacto de
Fidelidad del pueblo con sus patrones.
   Cargnello hizo una sentida homilía ante miles de peregrinos que
desbordaban la Catedral Basílica de Salta y la plaza principal
llegados del interior provincial y de otros lugares de la
Argentina y países limítrofes.
   “Yo les pido a los que manejan la plata en nuestro país que por
Dios miren el rumbo de la gente que sufre, no se puede pifiar de
esta manera”, arengó.
   A continuación agregó: “no nos vengan a contar a los que somos
viejos, lo vivimos en el 2001, en el 89, en el 65″ y manifestó que
“no se puede jugar con la vida de tanta gente para quedar
tranquilos. No apuesten por el amor a los demás, sí por el bien de
la Patria”.
   “Tienen la oportunidad porque Dios les ha dado más talentos,
poder económico, o religioso, o político, o cultural, apuesten por
el bien, demos el corazón al Señor para ser sembradores de bien”,
añadió.
   En la Catedral se encontraba sentado el gobernador de Salta,
Juan Manuel Urtubey y miembros de su gabinete.
   A continuación el arzobispo precisó que “no basta hablar de la
Madre Teresa de Calcuta sino estoy dispuesto a dar un paso
adelante en servicio de amor al que más necesita”.
   “El grano de trigo tiene que caer en tierra y morir, sembremos
un tiempo nuevo, pero estemos dispuestos a dar la vida, con
mezquindades no podemos construir una nación distinta”, dijo en
uno de los pasajes de su homilía.
   También afirmó “defendamos la familia, protejamos los hijos” y
recomendó: “ayudémonos los unos a los otros”.
   “Que el Señor del Milagro nos dé fuerzas para ser generosos.
Hoy 15 de septiembre volvemos a renovar la fe y la locura de
la Cruz, muchos experimentan, el dolor, la división de las
familias, los problemas económicos, la violencia que a veces nos
golpea y la injusticia”, sostuvo.
   Además trazó un panorama de sufrimiento: “experimentamos la
falta de esperanza cuando vemos a nuestros jóvenes entregarse a la
droga porque no saben a veces a quiénes pertenecen en la Argentina
y buscan en el grupo la pertenencia, porque no tienen futuro,
buscan en la evasión”.
   “Pero mirando este dolor nosotros sabemos que un corazón que
ama es un corazón que puede renovar”, la situación y “por eso la
Fiesta del Milagro es apostar de nuevo por la locura de la Cruz
como lo vemos en mucha gente generosa”, precisó.
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