Enero 20 2017 (PR/17) – Los Estados Unidos de América tiene un nuevo presidente a partir de hoy, pero ese no es el único cambio que sucedió. El sitio web de whitehouse.gov ahora está poblado con posiciones de política de administración de Trump, y uno de los primeros publicados se titula "An America First Energy Plan".
El plan incluye el deseo de la administración de:
Eliminar las aguas de la regla de los Estados Unidos
Eliminar el plan de acción climática de Obama
Taladro para pizarra, petróleo y gas natural en tierras federales
Adoptar la tecnología del "carbón limpio" y revivir la energía del carbón en los Estados Unidos
Proteger los recursos naturales, en particular el aire limpio y el agua potable
La totalidad de la declaración sigue:
La energía es una parte esencial de la vida americana y un elemento básico de la economía mundial. La Administración Trump está comprometida con políticas energéticas que reducen los costos para los estadounidenses trabajadores y maximizar el uso de los recursos estadounidenses, liberándonos de la dependencia del petróleo extranjero.
Durante demasiado tiempo, hemos sido retenidos por regulaciones onerosas en nuestra industria de la energía. El Presidente Trump está comprometido a eliminar las políticas dañinas e innecesarias como el Plan de Acción para el Clima y el reglamento de las Aguas de los Estados Unidos. El levantamiento de estas restricciones ayudará mucho a los trabajadores estadounidenses, aumentando los salarios en más de $ 30 mil millones en los próximos 7 años.
Una política de energía sana comienza con el reconocimiento de que tenemos enormes reservas de energía doméstica sin explotar aquí en Estados Unidos. La Administración Trump adoptará la revolución de petróleo y gas de esquisto para traer empleos y prosperidad a millones de estadounidenses. Debemos aprovechar los estimados 50 billones de dólares en reservas de esquisto, petróleo y gas natural sin explotar, especialmente en las tierras federales que el pueblo estadounidense posee. Utilizaremos los ingresos de la producción de energía para reconstruir nuestras carreteras, escuelas, puentes e infraestructura pública. La energía menos costosa será un gran impulso para la agricultura estadounidense, también.
La Administración Trump también está comprometida con la tecnología limpia del carbón y con la reactivación de la industria carbonífera de Estados Unidos, que ha estado sufriendo durante demasiado tiempo.
Además de ser bueno para nuestra economía, el aumento de la producción de energía doméstica está en el interés de la seguridad nacional de Estados Unidos. El Presidente Trump está comprometido a lograr la independencia energética del cartel de la OPEP y de cualquier nación hostil a nuestros intereses. Al mismo tiempo, trabajaremos con nuestros aliados del Golfo para desarrollar una relación energética positiva como parte de nuestra estrategia antiterrorista.
Por último, nuestra necesidad de energía debe ir de la mano con una administración responsable del medio ambiente. Proteger el aire limpio y el agua potable, conservar nuestros hábitats naturales y preservar nuestras reservas y recursos naturales seguirá siendo una prioridad. El Presidente Trump volverá a centrar la EPA en su misión esencial de proteger nuestro aire y el agua.
Un futuro más brillante depende de políticas energéticas que estimulen nuestra economía, garanticen nuestra seguridad y protejan nuestra salud. Bajo las políticas energéticas de la Administración Trump, ese futuro puede convertirse en una realidad.
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Fuente: AGweb – Powered by Farm Journal