Buenos Aires, 29 enero (Especial de NA, por Matilde Fierro) —
Las contingencias climáticas, inundaciones e incendios y la
necesidad de asistir a productores agropecuarios y tamberos en un
extenso territorio de la Argentina pusieron de manifiesto que la
burocracia del Estado no cede ni siquiera en una crisis.
El ritmo de las tareas de asistencia se hace más pesado aún
por la demora de la concreción de las decisiones que se toman en
los niveles gubernamentales.
Matías de Velazco, joven productor de la zona bonaerense de
González Chaves y presidente de la Confederación de Asociaciones
rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) dijo a NA que tiene
que lidiar con las inundaciones bonaerenses y los incendios ante
la burocracia estatal.
"Estamos centralizando la ayuda desde Carbap para las áreas
necesitadas, rollos de pasturas y alimentos que se han donado,
los carretones del Ejército que se usan para trasladar tanques
(de guerra), dos por vez, los utilizamos para llevar la carga y
juntamos dinero para pagar el gas oil", sostuvo en diálogo con
Noticias Argentinas.
Poner en vinculación el Ministerio de Defensa con el
Ministerio de Agroindustria y los organismos descentralizados
para que se autorizara la utilización de los carretones basados
en unidades del Ejército y su movimiento con los rollos equivalió
a una película de encuentros y desencuentros.
Visiblemente cansado, De Velazco reflejó con gestos en la
charla las consecuencias de la crisis que comenzó con las lluvias
de abril, siguió con más precipitaciones, caminos intransitables,
pérdidas de cultivos y hasta ganado quemado por los incendios del
oeste bonaerense y la zona de La Pampa aledaña.
Ahora, entre otros temas, están abocados a efectuar la
logística para conseguir más rollos con pastura para la ganadería
desplazada de los campos incendiados, como en La Adela (La
Pampa), coordinar los fletes y la descarga.
Hay lugares donde se han juntado rollos para alimentar
animales, como producto de las donaciones de Coronel Suárez,
Pigué y distintos lugares, además de juntar "plata" para comprar
otros.
El operativo se lleva a cabo sobre un escenario dinámico, las
lluvias son esporádicas, los focos de incendios se avivan y las
asociaciones de ganaderos, como la de Bahía Blanca, además de los
integrantes de las 114 asociaciones rurales que integran Carbap
debieron poner manos a la obra.
"Sabés lo que nos costó que se entendieran el Ministerio de
Defensa y el de Agroindustria para que se utilizara el uso de los
carretones, burocracia por donde la busques, al Estado le cuesta
movilizarse", sostuvo el dirigente y agregó: "Eso que hay
voluntad, porque si hubiera sido en otra época, peor aún".
Sin embargo, mientras las críticas de un campo jaqueado
inclusive por la dificultad existente para vender el trigo con un
precio diferencial por calidad, el Gobierno rinde cuentas a
través
de comunicados que parecen atribuirse más logros que los reales.
Por ejemplo la Ley de Emergencia y Desastre Agropecuario, en
rigor para los productores, significa diferimiento del pago de
impuestos, pero no le desaparece la carga y costos económicos en
medio de la situación crítica y a futuro.
"Si bien la provincia de Buenos Aires y de La Pampa han salido
con unos créditos blandos, con tasas de 12 por ciento, para dar
una mano a los productores, no alcanza, la situación requiere un
año más de gracia por ejemplo para recomponer. El productor
afectado está en la lona", confió De Velazco.
Respecto del papel estatal, el presidente de Carbap fue
taxativo, "el Ministerio de Agroindustria está colaborando con la
burocracia de un Ministerio".
"Hay voluntad, pero bueno, es un Estado sobredimensionado que
lo estamos pagando con impuestos que es una parte importante de
nuestros reclamos por la alta presión tributaria que tenemos
nacional, provincial y municipal".
La sensación, según su opinión es que "mover la burocracia es
difícil" y esta coyuntura lo demostró.
"Pedimos que se revea la Ley de Emergencia porque los
beneficios que contempla no alcanzan y encima ahora en la
provincia de Buenos Aires hablan de que la valuación fiscal está
muy baja. Se viene más presión impositiva", concluyó.
Primicias Rurales
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