Mientras se espera que los investigadores del Inidep evalúen el estado biológico del langostino desde un buque de la flota comercial, el marisco da fuerte señales de abundancia en las costas patagónicas, fundamentalmente en Rawson.

En el primer bimestre del año se acumuló un total de 24.687 toneladas en los muelles. El volumen indica un crecimiento del 36 por ciento respecto al mismo período del año pasado, que terminó con un record de descargas al superar las 172 mil toneladas.

Basta recordar como antecedente inmediato que el volumen obtenido en los primeros dos meses de 2017 recién se alcanzaba entrado el otoño. En 2015, por ejemplo, se superaron las 25 mil toneladas hacia mayo, y durante 2014 en junio, con la apertura de aguas nacionales.

La estadística preliminar de la Subsecretaría de Pesca de la Nación refleja que en enero de este 2017 se desembarcaron 15.722 toneladas; mientras que en febrero fueron 8.964. Casi en su totalidad se desembarcó en Rawson (24.236 t.) durante la temporada de la flota costera.

Más allá de estos datos alentadores, mayores certezas sobre el futuro de la pesquería aportará la mirada científica. El área a cubrir con la campaña próxima a iniciarse será el Golfo San Jorge y el litoral de Chubut. El objetivo principal es verificar la presencia de langostino accesible y vulnerable a la red tangonera comercial.

Más precisamente, se trabajará entre la latitud 43° 00’ S y 45° 00’S, al oeste de 064° 00’W; y entre la latitud 45° 00’ S y 47° 10’S, al oeste de 065° 00’W. Los lances tendrán una duración de diez minutos de arrastre efectivo.

Los científicos tienen claro que los resultados obtenidos no serán comparables con la información histórica que se recolectó con un buque de investigación; aunque confían en poder obtener una aproximación al estado del recurso.  

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Fuente: Pescare-Mar del Plata