Buenos Aires, 15 abril (PR/17) — El clima siempre ha sido un
factor de riesgo para el sector agropecuario y se verá potenciado
por el cambio climático hacia fin de siglo.
De acuerdo con Gabriel Rodríguez, especialista en cambio
climático del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA), según afirmó en la revista de Confederaciones Rurales
Argentinas (CRA), las proyecciones climáticas para lo que resta
del sigo XXI difieren según dos factores.
"El primero son los escenarios socioeconómicos que puede seguir
la sociedad en cuanto a las emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) y el segundo, al modelo climático que se utiliza
para realizar estas proyecciones", añadió.
En cuanto a los escenarios de emisión GEI, Rodríguez indicó que
suelen analizarse escenarios más positivos que consideran que la
sociedad, siendo consciente de la problemática y los efectos
adversos del cambio climático, reduce sus emisiones de gases.
Pero también se plantea otro escenario más negativo en el cual
las emisiones continúan al mismo ritmo: "De acuerdo a qué
escenario de emisiones se utilice, los incrementos en la
temperatura y los disturbios en la cantidad y los patrones de
precipitación serán diferentes", indicó.
A nivel nacional, "en promedio se espera que las temperaturas
medias aumenten hacia fin de siglo entre 2 y 4ºC. En el caso
de las precipitaciones se evidencian dos situaciones, presentando
las zonas de Cuyo y Patagonia una reducción en las precipitaciones
anuales de hasta el 20%, mientras que en las otras regiones del
país se esperan incrementos de las lluvias anuales de un 20%",
comentó el investigador.
Para el caso específico de la región pampeana, hacia fines de
siglo (período 2070-2100) se esperan incrementos de la
temperatura máxima (2 a 2.5ºC) en toda la región, principalmente
en el otoño para el escenario más benigno y cambios más
importantes para el escenario más pesimista, llegando a aumentos
de hasta 6ºC hacia el noreste durante el otoño.
En la primavera y verano se aguardan aumentos superiores a los
2.5ºC.
Con respecto a la lluvia, ésta podría incrementarse de forma
marcada en las precipitaciones de primavera-verano de hasta el 60%
y reducciones de hasta el 30% durante el invierno para el
escenario más pesimista.
El cambio climático impacta de forma directa en los cultivos
extensivos a través de la modificación de la productividad,
y de manera indirecta a través del aumento de la presión de
malezas y plagas.
En lo referente a la productividad, el impacto estará
determinado por el balance entre los beneficios obtenidos en la
eficiencia de la fotosíntesis por el aumento en la concentración
de CO2 en al ambiente, el aumento o disminución del agua
disponible y el efecto del aumento de la temperatura.
De acuerdo con Rodríguez, "los cultivos de trigo y soja se ven
más favorecidos que el maíz por el aumento en la concentración
de CO2", dióxido de carbono
Para la región pampeana, se estima que en promedio los
rendimientos de los 3 principales cultivos se incrementarán hacia
fin de siglo en el escenario más pesimista de emisiones GEI.
En el caso del cultivo de soja, por sus condiciones de
metabolismo y su amplia plasticidad se verá ampliamente favorecido
con incrementos de rendimiento superiores al 50%, principalmente
explicados por el aumento de la disponibilidad hídrica para el mes
de febrero (50-70% mayor precipitación) coincidente con el
período de máximos requerimientos del cultivo.
"La mejor estrategia de adaptación consiste en saber adecuarnos
a la variabilidad climática a la que actualmente estamos
expuestos, así estaremos mejor preparados para cuando lleguen los
efectos del cambio climático", confirmó el especialista.
Primicias Rurales
NA