Buenos Aires, 30 abril (Especial de NA, por Matilde Fierro) — 
Los exportadores agroindustriales están demorados en liquidar 
divisas ante el retraso de la recolección de soja campaña 
2016-2017, en especial por las contingencias climáticas y a este 
panorama se le suma la resistencia del productor a deshacerse de 
su materia prima. 
   De acuerdo con el reporte semanal de la Cámara de la Industria 
Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de 
Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan un 
tercio de las exportaciones argentinas, ingresaron 412 millones de 
dólares de la agroexportación en la última semana contra 681 
millones del mismo período del año pasado.  
   Asimismo, el monto liquidado desde comienzos de año 2017 hasta 
el 21 de abril asciende a 6.044.893.267 dólares mientras que en 
2016 al 22 de abril la suma llegó a 7.517.144.871 dólares.  
   "No liquidan divisas porque no se levanta la cosecha y los 
productores no están vendiendo al ritmo que deberían hacerlo", 
confirmó a NA, el director de Agritrend S.A y consultor, Gustavo 
López. 
   Explicó que, al no haber tanta mercadería, la liquidación de 
divisas se retrasa porque el proceso es que "se compra con la 
plata que traen de afuera", pero "la gente tiene miedo de vender 
porque no sabe cuándo exactamente va a cosechar". 
   Para López "se exportó bastante trigo, pero la soja hasta que 
no le fijen precio son divisas que no van a entrar, hay muchos 
productores que esperan que de pronto haya una mejora cambiaria", 
posibilidad que algunos remontan para después de las elecciones. 
   El único mercado que demanda soja es China "hasta julio" y así 
en "agosto se iría liquidando de a poco", expresó. 
   Lo concreto que ante una lluvia de dólares, producto del 
blanqueo, entre otros factores, hay opiniones que en voz baja, 
especulan que al Gobierno quizá le convenga el retraso de las 
liquidaciones agroexportadoras porque no ingresa tanta moneda 
norteamericana. 
   "Además está la incertidumbre de vender para el productor, lo 
que se ve en que no está cerrado el precio", acotó López quien en 
su análisis manifestó que "el total comprado en este ciclo de la 
oleaginosa alcanza las 16 millones de toneladas, en tanto que a 
precio hecho sólo se han realizado 5.3 millones de toneladas, es 
decir 33% del total adquirido".
   El resto es mercadería con precio a fijar, mientras la campaña 
de soja podría llegar a superar los 56,6 millones de toneladas, 
según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. 
   Es decir que todavía hay mucha tela para cortar, al tiempo que  
han entrado divisas por cereales con mejor ritmo, en un negocio de  
liquidación que está vinculado con la compra de granos que luego 
serán exportados con o sin industrialización posterior como 
subproductos. 
   Por su parte, el ingreso de divisas de la agroindustria es 
anterior al hecho específico de la exportación propiamente dicha 
que puede ser de 30 días antes en el caso de los granos y de 90 
días previo al embarque de harinas y aceites. 
   El ciclo comercial de granos, la existencia de stocks 
internacionales, catástrofes climáticas, las oscilaciones de los 
precios mundiales, problemas de transporte de los granos y 
productos, normas fijadas por el Estado, son algunos de los 
tópicos que influyen en la liquidación de divisas. 
   El año que lidera las estadísticas de las empresas del sector 
es 2011 con 25.133.393.782 agro-dólares liquidados y el más bajo 
fue el 2003 con 9.450.254.098 dólares, en tanto, 2016 finalizó con 
23.910.393.560. 
   En 2016, de acuerdo con números del Instituto Nacional de 
Estadísticas y Censos, INDEC, hubo mayor crecimiento de trigo, 
maíz y girasol entonces las exportaciones aumentaron un 23% y las 
MOA, Manufacturas de Origen Agropecuario, un 4,3% por el alza de 
las ventas de aceite y harinas de soja. 
   La Bolsa de Comercio de Rosario maneja otros datos: las 
exportaciones en volumen del complejo sojero (poroto, pellets, 
aceite y harina) entre abril y diciembre de 2016 cayeron respecto 
de 2015 en promedio un 21% porque no hubo buena calidad del grano 
por las cruentas lluvias ocurridas el año pasado. 
   Por su parte, la Argentina ocupa el primer lugar en el mundo en 
exportaciones de aceite de soja con el 47 % del mercado global en 
2016, harinas proteicas de soja (50,5 %) y aceite de maní (34%). 
   Es el segundo exportador en el mundo de sorgo con 14% del total 
y el tercero en grano de soja (7,8%), de maíz (17%), harinas de 
maíz (17%), de maní (15%) y de girasol (8%) y ocupa el cuarto 
lugar internacional en la venta mundial de aceite de girasol 
(4,8%), el quinto en cebada (7%) y es el séptimo en trigo con el 
1% de la totalidad de lo que se comercializa a nivel 
internacional. 
 
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