Buenos Aires, 23 julio (Especial de NA, por Matilde Fierro) —
La Exposición Rural de Palermo en su 131° edición empezó con una
intensidad de disertaciones y la presencia del ministro de
Agroindustria, Ricardo Buryaile, dos días seguidos en los que
reconoció una vez más que la presión tributaria es "asfixiante" y
que se debe consolidar la situación fiscal y tener un tipo de
cambio competitivo.
Con la innovación de hacer la Semana de las Carnes, la Sociedad
Rural Argentina (SRA) logró que integrantes de la cadena de valor
vacuna, porcina, aviar y ovina estuvieran presentes en todo
momento en el predio, porque tuvo lugar el Seminario "La Mesa de
las Carnes" y se escucharon posiciones de distinto tipo en las
exposiciones.
En un aparte los dirigentes de la Federación de Industrias
Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) encabezados por su
presidente, el cordobés Daniel Urcía, describieron a NA la gesta a
la que están abocados.
Proponen la adecuación del peso de faena diferenciando la
hembra del macho y que la ternera se faene a los 270 kilos y no a
los 300 kilos actuales, con lo que aseguran el ternero se
reservará para su crecimiento hasta novillo pesado.
"Con la proyección de la faena actual, vemos que la retención
dirigida a ampliar la cantidad de madres llegó a su término, sólo
se retiene para reposición. En junio, la faena de hembras fue de
43.5 por ciento del total", dijo Urcía.
En la charla con esta columna estaban los referentes Raúl
Azcona, de la Asociación de Frigoríficos de Córdoba (Afic); Jorge
Torelli de la Cámara Frigorífica de Santa Fe (Cafrisa) y Dante
Cerino también de Afic.
Todos son de Fifra y concurrieron hace unos días a plantear la
propuesta al ministro de Agroindustria quien se comprometió a
analizar con sus funcionarios, entre ellos el subsecretario de
Ganadería de la Nación, Rodrigo Troncoso, la posibilidad de bajar
el peso mínimo de faena de las terneras.
A primera vista la iniciativa parece un despropósito porque lo
que se busca en el sector es llegar a un novillo de exportación
que supere largamente los 400 kilos o que el consumidor argentino
entienda que puede comer carne con terneza (calidad de tierno) de
un animal de 500 a 700 kilos.
Por lo tanto, bajar el peso permitido para faenar suena a
contradicción, pero Urcía se mostró convencido de que al
diferenciar terminará la competencia del "productor de exportación
con el de consumo, por el ternero".
"Si adecuamos el peso de la hembra, le quitamos presión al
productor de exportación sobre el ternero macho y por otro lado,
permitimos que el criador defienda el precio de esa ternera que va
a ir a consumo", precisó.
La realidad es que lo que sigue traccionando el consumo y las
preferencias son las categorías livianas del ganado bovino.
"Adecuar el peso de faena de la ternera reduciéndola a 270
kilos también tiene su razón en que biológicamente el engorde es
distinto, el macho hace más músculo y la hembra, más grasa",
explicó el dirigente.
Así cuando el criador vende, el ternero llega con estado ideal y
la hembra con grasa corporal y si se le cambia la dieta, la
ternera necesita el doble de tiempo en el corral y hace que no sea
rentable o tiene que pagar 10 pesos menos al que cría por kilo
vivo.
"Para evitar un poco este desfasaje, al adecuar el peso ganan
todos: el criador porque vende la ternera a un mejor precio, no
pierde esos 10 pesos. Gana el productor que hace novillos porque
no tiene que pagar más caro el ternero macho y se favorece al
consumidor que recibe oferta de carne suficiente sin que se
encarezca", es el análisis de Fifra.
Urcía sintetizó: "Todos en la cadena tenemos el mismo objetivo,
generar la mayor cantidad de kilos".
"Lo que reduzco hoy de peso en la ternera, lo gano con lo que
produzco de novillo, porque le bajo 30 kilos a la hembra para que
vaya a consumo. Libero oferta para que el ternero vaya a novillo",
sintetizó.
En la charla que mantuvieron los integrantes de la Federación
recibieron de Buryaile la confirmación de que se trata de una
propuesta innovadora y la reiteración de que la va a evaluar.
Así, de este modo, este año en la Rural de Palermo de lo que
más se habla es de carnes y el embajador argentino en China, Diego
Guelar, desembarcó con el mensaje de que los argentinos se
preparen para vender alimentos al mundo entre ellos al mercado de
China muy demandante de productos cárnicos y lácteos.
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