Buenos Aires, 6 agosto (Especial de NA, por Matilde Fierro) — 
Si bien el campo invirtió 35.000 millones de dólares en la campaña 
2016-2017, que no termina de recolectarse por el déficit hídrico y 
el mal estado de los caminos rurales, lo que pesa sobre el campo 
sin resuello es la presión tributaria a lo que se agrega la carga 
burocrática. 
   El mismo presidente Mauricio Macri, antes de dejar inaugurada 
la última Exposición Rural de Palermo, admitió ante las tribunas 
plagadas de ruralistas que aún los impuestos son altos.
   "Comenzamos a bajar los impuestos, pero también reconocemos que 
hay que seguir bajándolos" dijo para anunciar que están 
"preparando una reforma impositiva que involucre a todos los 
niveles de gobierno". 
   El reclamo por parte del sector agroindustrial había venido en 
el mismo acto por el presidente de la Sociedad Rural Argentina 
(SRA), Luis Miguel Etchevehere quien había expresado que los 
impuestos deben "estimular las inversiones y no ahuyentarlas o 
impedirlas".
   Recientemente la revista IeralPyme.org (de la Fundación 
Mediterránea) hizo una encuesta entre pequeños y medianos 
empresarios, entre los que se encuentran los del campo, y cinco de 
cada diez, el 50 por ciento indicó que la presión tributaria es la 
principal problemática que afecta su empresa en 2017. 
   Los números son altos y el estudio que aún da vueltas 
corresponde a los especialistas Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre 
del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y 
Latinoamericana (Ieral). 
   Según su análisis, la presión tributaria en establecimientos 
agrícolas se ubica en un rango de entre el 61% en el centro del 
país y de hasta el 85% en el norte argentino, de acuerdo a la 
sumatoria de impuestos nacionales, provinciales y municipales. 
   Quizá en la zona núcleo el émbolo empuje más profundo porque 
hay tributos encubiertos como las tasas comunales. 
   El hecho es que el fruto del pago de impuestos no se ve, 
especialmente en un problema que tiene a maltraer a los 
productores y son los caminos rurales. 
   De acuerdo con la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de 
Argentina (FADA) en el país sólo el 12 por ciento de los caminos 
rurales están asfaltados y el resto depende de que las máquinas 
viales de las comunas pasen para nivelarlos, en otros casos, con 
los excesos hídricos son verdaderos canales de agua. 
   Ocurre que el 82 por ciento de los caminos son de tierra, el 
seis por ciento están mejorados y sólo en la pampa húmeda existen 
alrededor de 270.000 km de arterias de tierra. 
   Además de la obligación de atender todos los requerimientos 
impositivos, los contadores de los ruralistas ahora recibieron más 
carga burocrática que hacer frente. 
   Se trata de la obligación de inscribir los campos agrícolas en 
el nuevo "Registro Fiscal de Tierras Rurales Explotadas", creado 
por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y 
publicado en el boletín oficial el 25 de julio último. 
   Así al momento de arrendar un establecimiento, los empresarios 
agrícolas deberán verificar la existencia de una "constancia de 
alta de tierras rurales explotadas". 
   La cuestión es que, en caso de no existir la misma, tendrán que  
aplicar al propietario del inmueble una retención del Impuesto a 
las Ganancias del 28%, como resaltó el sitio Valor Soja.
   Marcelo Maroevich, subdirector de la Subcomisión de Impuestos 
en la Actividad Agropecuaria del Consejo Profesional de 
Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires (CPCE), señaló 
que "el hecho de que empiece tan rápido nos lleva 
a que tengamos que salir a correr para presentar información con 
toda la nueva problemática que va a significar un nuevo 
aplicativo".
   Por eso, tres días después de la publicación en el Boletín 
Oficial, el 28 de julio las autoridades de la Federación Argentina 
de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas solicitaron 
formalmente a la Afip que postergue la aplicación de la medida al 
expresar que "los pequeños y medianos contribuyentes carecen de 
estructura administrativa" para dar una pronta respuesta al nuevo 
requerimiento.
   La creación del "Registro Fiscal de Tierras Rurales Explotadas" 
en el ámbito de la Afip aumentó la cantidad creciente de trámites 
burocráticos que deben cumplir los productores agropecuarios. 
   Pero esa tendencia no es exclusiva del gobierno nacional: En 
los últimos días la Dirección General de Rentas de la provincia 
de Córdoba comenzó a intimar a muchos empresarios agropecuarios a 
informar a la cantidad de combustibles líquidos consumidos.
   "No tiene sentido que el productor agropecuario tenga que 
informar a quién le compró combustibles", indicó Claudia 
Chiaradía, directora de la Subcomisión de Impuestos en la 
Actividad Agropecuaria del Consejo Profesional de Ciencias 
Económicas de la Ciudad de Buenos Aires.
   Por su parte, el gobierno de esa provincia implementó este año 
el Registro Único de Producciones Primarias (RUPP), que tiene por 
objetivo consolidarse como una base de datos georreferenciada de 
todas las producciones agropecuarias realizadas en esa 
jurisdicción. Otra exigencia más.  
 
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