Buenos Aires, 31 diciembre (PR/17) — Las elevadas temperaturas condicionan el normal desarrollo de los animales y ponen en riesgo su condición corporal; con calor, el ganado consume hasta un 60% más de agua.
   Para atenuar el impacto, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) destaca la importancia de adoptar buenas prácticas de manejo que aseguren el confort y la productividad del rodeo.
   Si bien existen diversos factores que influyen sobre la cantidad de agua requerida por los animales, la temperatura y humedad ambiente, así como el tipo de alimento consumido por el animal aumenta hasta un 60 % los requerimientos de líquido en los animales durante los meses calurosos.
   En un contexto climático de escasez hídrica, especialista del INTA brinda algunas recomendaciones para reducir el impacto del calor en los animales.
   De acuerdo con Osvaldo Balbuena, del INTA Colonia Benítez – Chaco–, "el ganado aumenta entre un 30 y un 60 % el consumo de agua en los meses calurosos. Así, un animal para carne de 450 kilogramos puede consumir entre 41 y 66 litros de agua, según que la temperatura ambiente sea entre 21 o 32 ºC, respectivamente".
   En un contexto climático en el que se estima un trimestre con elevadas temperaturas y escasas precipitaciones, Balbuena consideró "muy importante que cada productor evalúe su disponibilidad de agua y el estado de las aguadas, así como la disponibilidad de pasto en diferentes potreros".
   Asimismo, recordó que se debe tener en cuenta la frecuencia de consumo voluntario de agua de las vacas que es de entre 3 y 4 veces por día.
   En este sentido, subrayó la importancia de la distancia a las aguadas dado que, si el consumo está limitado, el animal comienza a comer menos y más lentamente.
   "Es importante utilizar los potreros que primero van a tener problemas con la provisión de agua", señaló Balbuena al tiempo que consideró necesario evitar el empantanamiento de los animales en las aguadas mediante su cercado.
   En cuanto al estado general del ganado, el técnico recomendó priorizar su alimentación y consideró "urgente el destete de todos los terneros al pie que tengan un mínimo de 60 días de edad – anticipado o precoz–, sin olvidar que hoy es posible destetar un ternero con 30 días –hiperprecoz– a fin de incrementar la preñez".
   A su vez, destacó: "En el rodeo de cría, además de los vientres debe ser atendida la recría hembra, porque serán los futuros vientres".
   Es que, de acuerdo con Balbuena, con estas medidas es posible economizar en alimento y disponer de una hembra en mejores condiciones para el siguiente servicio. 
 
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