Buenos Aires, 18 enero (PR/18) — El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) consignó que en meses de altas temperaturas y bajas precipitaciones, como los que atraviesa este período estival, el ganado bovino aumenta hasta un 60 % los requerimientos de agua, por lo que es fundamental tener en cuenta el estado de las aguadas.
Así, si bien hay varios factores que inciden en un buen aprovisionamiento de agua, uno de los más importantes es el mantenimiento correcto de aguadas y bebederos a lo largo del año, en cada establecimiento, sostuvo en un informe la agencia Agrofy.
El especialista Pablo Bianchini recomendó tener en cuenta este tema sobre todo en campos de cría extensivos: "No se suele considerar como tema prioritario y al momento de tener problemas se recurre a soluciones de emergencia que pueden ser costosas o a poner en riesgo el abastecimiento", consideró.
"Para que las vacas no caminen mucho tiene que haber suficientes aguadas y deben estar ubicadas en lugares estratégicos, sobre todo en campos con pastizales naturales donde las extensiones son muy grandes", afirmó.
Para el técnico "lo ideal es que el animal no tenga que caminar más de 500 metros para llegar al acceso al agua" y en cuanto a la cantidad de tanques australianos, recomendó tener "uno cada trescientas hectáreas". .
De acuerdo con sus estimaciones, una vaca consume entre 100 y 150 litros de agua por día y "por ejemplo, para cien animales es importante contar con una capacidad de almacenamiento de quince mil litros de agua".
No obstante, si la fuente de agua es un molino de viento, según el especialista habría que estimar 300 litros de agua por animal en capacidad de almacenaje, ya que "si hay varios días sin vientos, el mismo se queda sin agua enseguida".
También señaló que es importante "analizar el agua en un laboratorio para determinar si su aptitud es para consumo animal".
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