Buenos Aires, 9 mayo (Especial de NA por Matilde Fierro) — El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, aseguró que la suba del dólar de los últimos tiempos tiene un "lado positivo y uno negativo", dado que "le sirve a la producción, para los exportadores de peras y manzanas", pero también "genera inflación".
"Si lo miramos desde el lado de la producción, es positivo para los exportadores de peras y manzanas, porque saltar de un dólar de $17 a uno de $22, nos pone más competitivos. Al tener un tipo de cambio más balanceado mejoran las perspectivas", sostuvo Weretilneck en diálogo con el medio local LU19.
Señaló que "seguramente tendrá impacto positivo en las exportaciones de langostinos y merluza, generando mayor venta y empleo", y consideró que "lo mismo sucede con la alfalfa y la cebolla, así como las regalías".
"El valor del dólar también genera inflación en este país y generará incremento en las naftas y alimentos" y para el Estado provincial "impacta en todo lo que tiene que ver con insumos en salud y seguridad que están dolarizados", expresó el gobernador.
Por su parte, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, en su visita de este lunes a la provincia de Misiones pidió "eliminar las incertidumbres y mantener estables las variables macroeconómicas para alentar la producción, en especial para el desarrollo de los pequeños y medianos productores", ante la escalada del dólar.
Por otro lado, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, manifestó en estos momentos "la dirigencia agropecuaria está en una posición dura, con productores que no ven bien las cosas y con un gobierno que adolece de un sistema de comunicación importante y fluido con nosotros, para poder explicar y dar señales de lo que está pasando".
En tanto, Jorge Ingaramo, economista asesor de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), estimó que se venderá más soja cuando haya tranquilidad en el mercado cambiario: "Pasados unos días, cuando vean que no se mueve más el dólar, los productores van a liquidar para lo que necesiten", señaló.
Se calcula que en manos de los productores hay entre 10 y 12 millones de toneladas de soja sin vender, lo que equivale a unos 5.000 millones de dólares.
Para Ingaramo, la "corrida ya terminó" y estimó que "cuando lo vean en una semana en 21 ó 22 pesos estabilizado, van a volver a la normalidad en las ventas", manifestó.
En un panorama de incrementos, con tarifas, dólar, impuestos y el combustible, los costos para transportar mercadería por la ruta no se quedan atrás y en abril treparon 1,28%.
De acuerdo con el análisis de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), entidad que enrola a las cámaras transportistas en todo el territorio argentino, el combustible fue el insumo que motorizó la crecida, aumentó 3,21% en el último mes y 11,5% desde enero.
"Estos valores preocupan al sector porque es cada vez más difícil poner en movimiento a los camiones y defender la competitividad de las empresas que contribuyen a una actividad crucial para la economía nacional", sostuvo FADEEAC, a partir de su Índice de Costos mensual antes de la corrida cambiaria, ahora la situación es peor. .
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