Buenos Aires, 4 noviembre (PR/18) — La Argentina está a la vanguardia en tecnología de confección de silos con alimento para ganado bovino, pero se deteriora más del 20% de lo cosechado para estas reservas.
“En el país se pierde al menos un 20% de lo que se cosecha para silaje, a pesar de que las prácticas para minimizar esta problemática están al alcance de los productores”, afirmó Fernando Opacak, coordinador de la Cámara de Contratistas Forrajeros durante el Congreso de Conservación de Forrajes y Nutrición.
Y sostuvo que “muchas veces no se identifica la causa por la que un animal engorda un kilo por día, en lugar de un kilo y medio, cuando una de ellas puede ser la pérdida de calidad del silo”.
El ensilado es un método de conservación basado en la acidificación del material a través de la fermentación.
Este ambiente impide otras fermentaciones indeseables que pueden causar pérdidas de nutrientes, compuestos tóxicos y olores desagradables, con disminución del consumo voluntario e impacto en la productividad.
El problema es que en la Argentina, la mayoría de los silos aéreos no se tapan, ya sea por cuestiones económicas o por la idiosincrasia del productor.
“En ningún lugar del mundo se ven silos destapados. Los argumentos que se escuchan aquí es que el plástico es caro, que no saben cómo hacerlo y que no encuentran gente idónea para la tarea.
O no los tapan porque piensan que esto no ocasiona problemas, a pesar de que la diferencia es indiscutible”, subrayó.
El principal perjuicio cuando el silo queda expuesto al aire y a la lluvia es la pérdida de calidad de las capas superiores: “Ese material deteriorado y hasta contaminado con tóxicos casi siempre va a parar al comedero”, aseveró.
Para el especialista una solución sería que varios productores de la zona armen una cuadrilla de unas 20 personas especializadas para tapar el silo desde donde se da de comer a los vacunos.
El tapado tradicional, que se utiliza en todo el mundo, se hace con una lona de 250 micrones, de un lado negro y del otro blanco.
Además el técnico aconsejó hacer un análisis del silaje para conocer el contenido de materia seca, proteína, energía y fibra, de modo que el nutricionista pueda armar la dieta con precisión.
Opacak resaltó que el silaje de maíz y de sorgo es uno de los alimentos más económicos, comparado con distintos tipos de reservas, en base al contenido de proteínas y de energía, según informó el sitio Valor Carne.
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