Considerado uno de los principales problemas de la provincia, la disponibilidad de este recurso natural para consumo humano, producción de carne bovina y riego hortícola es un obstáculo. Recomendaciones del INTA para superarlo.
La problemática del acceso al agua en gran parte de Santa Fe es una realidad. La disponibilidad de este recurso natural para consumo humano, producción de carne bovina y riego hortícola es un obstáculo. Para afrontarlo, desde el INTA recomiendan aplicar alternativas tecnológicas de captación y manejo de agua para propósitos múltiples, en diferentes situaciones ambientales.
Para Mario Basan Nickisch –especialista del INTA Reconquista, Santa Fe–, “con sustentabilidad y eficiencia se puede realizar una utilización racional de los recursos naturales” y, en este sentido, ponderó la divulgación de tecnologías apropiadas para un uso eficiente de agua en ambientes rurales.
Con este objetivo en común, técnicos de INTA y del gobierno de Santa Fe recorrieron junto con productores y estudiantes más 900 kilómetros del centro norte provincial. Durante el viaje recorrieron experiencias de cosecha y almacenamiento de agua, al tiempo que brindaron recomendaciones centradas en la planificación, mantenimiento y uso equilibrado del recurso hídrico.
En este punto, Rubén Tosolini –técnico del INTA Rafaela, Santa Fe– explicó que “mediante un recorrido por distintos ambientes pudimos mostrar las limitaciones y bondades comunes a cada una de las tecnologías que difundimos para disminuir el impacto de las sequías”.
Y agregó: “Es muy interesante interactuar in situ para conocer qué es lo que tienen a favor y en contra cada una de ellas”, reconoció.
Tres usos y una misma limitante
Ya sea para consumo humano, a fin de abastecer las producciones de carne bovina o bien para regar las plantaciones hortícolas, el agua resulta un bien preciado y limitado. Sólo mediante la implementación de tecnologías apropiadas es posible acceder a este recurso natural. Así lo creen los especialistas del INTA.
Con 1.9 millones de cabezas de ganado vacuno de cría, Santa Fe se posiciona como la segunda provincia productora de carne en la Argentina. Pese al volumen generado, los índices de producción de carne son muy bajos.
Es que un animal de cría consume un promedio diario de 50 litros de agua y acceder al recurso para abastecer la actividad es una de las principales limitaciones para el desarrollo.
Desde el INTA destacan que la clave está en manejar de manera eficiente el agua de lluvia. “Hay que prever las reservas antes que se produzcan los años hidrológicos secos”, aseguran los investigadores.
Entre las tecnologías de abastecimiento, extracción y distribución de agua se destaca la de tipo sistema patas de araña junto con diseños de perforaciones doble propósito y sistemas de succión adaptados para situaciones donde existe estratificación vertical de sales.
“Usamos varias técnicas como el sistema patas de araña para extraer el agua de varias perforaciones, ya que con una sola se agota debido a la baja permeabilidad del acuífero en zona”, explicó Alejandro Lahitte propietario del establecimiento La Güeya, uno de los establecimientos visitados.
“La extracción de agua tiene que ser equilibrada y sustentable en el tiempo. No podemos extraer y no reponer. Si saco, tengo que reponer y si quiero reponer hay que hacer cosecha. Para hacer cosecha hay que sistematizar el área de captación. Sin planificación no es posible”, aseguró Lahitte.
Con respecto al agua para usos múltiples, como consumo humano y riego en el ámbito rural, desde el INTA destacaron los aljibes de ferrocemento y las tecnologías de captación de agua de lluvia (SCALL), que incluye la captura, almacenamiento y filtrado, con el correspondiente tratamiento microbiológico para asegurar su calidad.
“Tener agua nos cambió la vida”, aseguró emocionado Marcelino Fernández, uno de los beneficiados con los aljibes de fibrocemento que se construyeron en la localidad, en el marco del proyecto Fondo de Adaptación y Resiliencia del Cambio Climático, del Ministerio de Agroindustria.
“Antes, la Comuna de Garabato nos traía agua cada semana y la depositábamos en los tachos. También, teníamos unas goteras y cuando llovía juntábamos agua en tachos de 200 litros”, recordó Marcelino. “Ahora, estamos tranquilos porque, a pesar de las épocas de sequía, contamos con agua todo el año”, destacó.
En la localidad de Malabrigo, está la experiencia de Marcelo Aguilar, un productor hortícola que, en varias oportunidades, quiso ampliar la extensión, pero dudaba al no disponer de un sistema de riego adecuado.
Mediante un convenio entre el INTA y la Cooperativa de Malabrigo, en el marco del Fondo de Adaptación para el Cambio Climático, se realizó una capacitación que culminó con una perforación y el sistema de riego instalado.
“Con este sistema dispongo de agua dulce sin inconvenientes y, así, logré producir verdura de calidad durante todo el año”, aseguró Aguilar. En este sentido, desde el INTA recomendaron que la extracción sea equilibrada y sustentable en el tiempo
Primicias Rurales
Fuente: INTA informa