Por Matilde Fierro.
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Buenos Aires, 16 diciembre (Especial de NA) — El Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) colapsó a los pocos días de iniciarse y lo hizo en plena cosecha de granos finos 2018-2019, por lo que muchos productores se quedaron sin poder recolectar el cereal, también la cebada y el girasol, además de ver imposibilitada la chance de cobrar los productos ya vendidos.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) de la que depende el nuevo sistema lo define como el que reemplaza a los registros y regímenes informativos vinculados a la actividad de producción y comercialización de granos y semillas en proceso de certificación (cereales y oleaginosas).
En diálogo con NA, el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, mientras se realizaba el cóctel de fin de año de la asociación de periodistas CAPA, se enteró que la página web de SISA directamente no funcionaba desde hacía una semana. La interrupción comenzó el 7 de diciembre y el sistema había empezado a funcionar el 1 de diciembre.
La justificación del funcionario fue que la plena cosecha con una demanda sostenida de “cartas de porte” en avalancha, sería la prueba final para el sistema y dijo que son “errores involuntarios”.
En la misma reunión, el tesorero de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri indicó a Noticias Argentinas que “es una barbaridad que en plena cosecha el sistema encriptado, que depende de Buenos Aires, porque está centralizado, deje de funcionar”.
“Se corta toda la cadena, el productor no puede cosechar porque no tiene cartas de porte y no puede comercializar, no se vende, dejan de entrar divisas al país y se inmoviliza la economía agropecuaria”, manifestó.
Para Salaverri, el SISA debería haber sido una prueba fuera de la época pico de trabajo en el agro como es la cosecha de 19 millones de toneladas de trigo que estima la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se van a obtener en la actual campaña si las inclemencias climáticas sumadas a la falta de funcionamiento del SISA, lo permiten.
La AFIP, por su parte, reconoció que “hemos experimentado algunos inconvenientes para la asignación de cartas de porte”, en un mensaje en su cuenta de la red social twitter.
“Hemos experimentado algunos inconvenientes para la asignación de cartas de porte. Los mismos están solucionados. Te recomendamos volver a intentar en unos minutos. Te dejamos una guía”, dijo la AFIP, pero hasta el viernes entrar a la página de SISA era una imposibilidad porque estaba caída, se leía un cartel que indicaba que está en reparaciones y pedía disculpas por las molestias.
El nuevo Sistema Información Simplificado Agrícola integró en una sola plataforma al Registro Fiscal de Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres Secas (RFOG), Registro Fiscal de Tierras Rurales Explotadas (TIRE), Registro Nacional Sanitario (Renspa) y Registro de Usuario de Semilla (RUS), entre otros.
Según consignó a este espacio un contador de Pergamino (en el núcleo sojero bonaerense), antes cuando había problemas para obtener las cartas de porte concurrían a la agencia local de la Afip y en un par de horas las tenían.
“Ahora te dicen que no pueden hacer nada porque todo está automatizado y no pueden intervenir”, sostuvo este profesional de quien varios de sus clientes no podían cosechar. .
La migración de datos del RFOG y del TIRE (localizados en los servidores de la Afip), junto con el Renspa (Senasa) y el RUS (Instituto Nacional de Semilla, Inase), experimentó dificultades en algunas situaciones, lo que provocó que empresas que debían situarse en la categoría 1, fuesen categorizadas de manera automática en las categorías 2 o 3.
El sitio Valor Soja en un meduloso informe sobre la situación destacó que fueron frecuentes las situaciones en las cuales el SISA quedó fuera de línea.
Los empleados de las oficinas regionales de la Afip –que recibieron quejas reiteradas de los productores– poco pudieron hacer al respecto porque se trata de un sistema automatizado.
En otras circunstancias el sistema funcionó de manera adecuada, pero restringió la autorización de emisión de cartas de porte en aquellos casos de empresas que no cargaron en el SISA la documentación requerida en el TIRE o no tenían el Renspa.
Eso porque algunos empresarios que habían presentado contratos de arrendamiento en las oficinas correspondientes de la Afip no advirtieron que también era necesario cargar los mismos digitalmente en el SISA, porque, de lo contrario, los algoritmos del nuevo sistema determinan automáticamente una capacidad de producción nula o menor a la real y, por lo tanto, restringen o acotan la emisión de cartas de porte.
Los contribuyentes que integran el SISA –con excepción de los propietarios de campos– son clasificados en tres categorías.
Lo concreto es que el SISA falló a menos de la primera semana de la implementación efectiva, el 1 de diciembre, en su intención de simplificar los trámites burocráticos del productor.
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