Por RONI CARYN RABIN
La gente que compra comida orgánica por lo general está convencida de que es mejor para su salud, y está dispuesta a pagar por ello.
Sin embargo, la evidencia había sido insuficiente. Ahora, un estudio francés que siguió a 70 mil adultos, en su mayoría mujeres, durante cinco años ha reportado que los consumidores más frecuentes de alimentos orgánicos tenían 25 por ciento menos cánceres en general que aquellos que nunca los consumían. Aquellos que los consumían más mostraron un descenso marcado en la incidencia de linfomas y una reducción significativa en cánceres de mama posmenopáusicos.
“No anticipábamos encontrar una reducción, pero el grado de la reducción es bastante importante”, dijo Julia Baudry, autora principal del estudio e investigadora del Centro de Investigación en Epidemiología y Estadística Sorbonne Paris Cité. Señaló que el estudio sugiere firmemente “que una dieta basada en alimentos orgánicos podría contribuir a reducir el riesgo de cáncer”.
El estudio, publicado en JAMA Internal Medicine, fue pagado con fondos públicos.
Sin embargo, expertos en nutrición de la Universidad de Harvard que escribieron comentarios que acompañaron al estudio, expresaron cautela, al criticar que los investigadores no realizaran pruebas para detectar los niveles de residuos de pesticidas en los participantes y así poder validar los niveles de exposición. Hicieron un llamado a favor de más estudios a largo plazo financiados por el gobierno para confirmar los resultados. “Desde un punto de vista práctico, los resultados todavía son preliminares, y no son suficientes para cambiar recomendaciones dietéticas sobre la prevención del cáncer”, dijo Frank B. Hu, uno de los autores de los comentarios.
Hu dijo que era importante comer más frutas y verduras, fueran orgánicas o no. La Sociedad Estadounidense del Cáncer recomienda una dieta con muchas frutas y verduras, granos enteros en lugar de refinados, y cantidades limitadas de carne roja, carne procesada y azúcares añadidos.
El único estudio grande aparte de ese que les ha preguntado a los participantes sobre consumo de alimentos orgánicos con referencia al cáncer fue un estudio británico de 2014. Aunque encontró un riesgo significativamente más bajo de linfoma no Hodgkin entre mujeres que dijeron que por lo general consumían alimentos orgánicos, también encontró un mayor índice de cánceres de mama en las consumidoras de comida orgánica —sin reducción en el riesgo de cáncer en general.
Los autores de ese estudio, conocido como el estudio del “Millón de mujeres”, dijeron que las mujeres más acaudaladas y con mayor nivel de educación, quienes era más probable que compraran comida orgánica, también tenían factores de riesgo que incrementan la probabilidad del cáncer de mama, como tener menos hijos y un mayor consumo de alcohol.
El mercado de la comida orgánica ha crecido en años recientes, tanto en Europa como en Estados Unidos. Las ventas de alimentos orgánicos aumentaron a 45,2 mil millones de dólares el año pasado en EE.UU., de acuerdo con un sondeo de 2018.
En EE.UU., para que los alimentos tengan certificación orgánica, los productos agrícolas deben cultivarse sin la mayoría de los fertilizantes y pesticidas sintéticos que se usan y no deben contener organismos genéticamente modificados. Los animales deben ser alimentados con alimentos orgánicos sin el uso de hormonas o antibióticos. Esos artículos representan hoy el 5,5 por ciento de los alimentos vendidos en puntos de venta minoristas estadounidenses, de acuerdo con un grupo de la industria.
Estudios epidemiológicos han encontrado de forma consistente una mayor incidencia de algunos linfomas entre gente expuesta a ciertos pesticidas a través de su trabajo.
Una razón por la que una dieta orgánica podría reducir el riesgo de cáncer de mama es que muchos pesticidas son interruptores endocrinos que imitan la función del estrógeno, y las hormonas juegan un papel en el cáncer de mama.
Fuente:© 2018 The New York Times – Clarin
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