A partir del 2040, los buques con permiso de pesca vigente deberán tener una antigüedad inferior a 40 años. El plazo podrá ampliarse a 60 años si se acredita una reconstrucción de al menos el 60% de la nave. Aquellos buques que sean construidos en astilleros nacionales obtendrán una mejora del 10% en la capacidad de pesca. La medida permitirá desarrollar la cadena de valor del sector potenciando la construcción local, mejorando la eficiencia y seguridad del sector pesquero y generando empleo en la industria naval nacional. El sector pesquero exporta más del 90% de lo que produce. En 2018 se realizaron ventas a mercados internacionales por 2.000 millones de dólares.
Según la nueva normativa, cumplido el plazo de 20 años, los buques con permiso de pesca vigente deberán tener una antigüedad inferior a 40 años, aunque la antigüedad podrá ampliarse a 60 años si se acredita una reconstrucción de al menos el 60% del buque en astilleros nacionales, o se fija como destino de captura de calamar.
La medida permitirá desarrollar la cadena de valor del sector potenciando la construcción local, mejorando la eficiencia y seguridad del sector pesquero y generando empleo en la industria naval nacional. Además, prevé incentivos para que los buques en reemplazo de los de mayor antigüedad sean construidos en astilleros nacionales mediante una mejora del 10% en la capacidad de pesca: aquellos buques de hasta 27 metros de eslora podrán recibir hasta un 10% adicional de especies excedentarias, con excepción de langostinos, en sus autorizaciones de captura.
Aquellos propietarios de buques con permisos de pesca vigente podrán ofrecerlos como garantía, complementaria a la hipoteca naval, junto a la autorización de captura y la cuota individual de captura.
“Esta medida es el resultado del diálogo permanente que mantuvimos con todos los actores del sector. Fija las condiciones de base que nos permitirán delinear reglas claras en términos de mejoras en la eficiencia operativa y la competitividad de la industria naval, favoreciendo, no sólo su desarrollo, sino también a la creación de más y mejores puestos de trabajo de calidad y a la generación de un mayor valor agregado”, indicó el ministro Sica.
Al respecto, Etchevehere puntualizó que “esta importante medida posicionará aún más a la actividad pesquera al mejorar la seguridad en las embarcaciones con una flota renovada que permitirá aumentar nuestra productividad”. Y agregó: “En la actualidad el sector de la pesca genera alrededor de 22.000 puestos de trabajo y en 2018 aportó al país un ingreso de USD 2.000 millones. Por su trascendente papel en la economía argentina es fundamental trabajar en la modernización de la flota para seguir desarrollando este sector de la agroindustria”.
De la mesa participaron, entre otros, Mariano Pérez por el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA); Sebastián Agliano por la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera; Antonio fernando Mellino por la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (CAFREXPORT); César Ciccioti por la Unión de Interes Pesqueros Argentinos (UDIPA); Enrique Godoy y Horacio Martínez, por la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA); Silvia Martínez por la Cámara de la Industria Naval Argentina (CINA); Miguel Ángel Álvarez, por la Cámara Santafesina de la Industria Naval (CASIN) y Domingo José Contessi, por la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata.
Los referentes de los sindicatos del sector presentes fueron, entre otros, Raúl Durdos, POr el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU); Carlos Mezzamico por el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos; Armando Alessi, por el SindicaTo de Conductores Navales (SICONARA) y Juan Speroni, por el Sindicato Argentino de Obreros Navales (SAON).
Por las empresas, asistieron, entre otros, Jorge Arosa de Tandanor; Juan Pablo Basavilbaso de Iberpesca, Miguel Glikman de Newsan, Antonio Solimeno y José Américo Moscuzza. También, Mauro Zamboni del Grupo Argenova.
Antecedentes
El Gobierno ya había anunciado en enero una línea de financiamiento por un monto total de 500 millones de pesos a través del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para la adquisición de buques pesqueros construidos por astilleros radicados en el país, con el objetivo de impulsar la renovación de flota y la producción industrial nacional. La línea tendrá un plazo de hasta cinco años, un período de gracia de hasta 12 meses y se financiará hasta 60 millones de pesos (o su equivalente en dólares) por empresa o grupo que no supere el 80 por ciento del valor del bien.
Por otro lado, el Banco Central readecuó el 29 de noviembre del año pasado la normativa sobre hipoteca naval, facilitando la financiación para el sector, ya que se puede tomar garantía el 40% del valor del buque cuando está terminado o el 50% del valor tasado cuando está en construcción.
Sobre el sector
El sector de la industria naval y la pesca representa el 0.7% del PBI nacional. Existen actualmente 383 armadores inscriptos, 553 buques con permiso de pesca vigente y 135 plantas industriales en tierra. El sector pesquero exporta más del 90% de lo que produce. En 2018 se realizaron exportaciones por más de 2.000 millones de dólares, un 7% más en relación a 2017. El 60% de las ventas son langostinos.