Por Matilde Fierro .
Buenos Aires, 31 marzo (Especial de NA) — El Censo Nacional Agropecuario 2018 finalizó con un barrido de 195 millones de hectáreas, de las cuales 161,7 millones son destinadas al uso agropecuario y forestal mientras que los restantes 33,2 millones corresponden a otras utilizaciones.
Como resultado de ese barrido fueron encuestadas 236.601 explotaciones agropecuarias (EAP) en todo el país de un total de 389.353 registros censales.
A esto deben sumarse 48.904 registros pendientes de incorporación (correspondientes a explotaciones agropecuarias ubicadas fuera del segmento censal que fueron derivados a otros censistas, productores ausentes, etc.) y 103.848 terrenos no agropecuarios.
Hay un proceso de “concentración”, dijo el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, en una reunión sobre agricultores familiares en Bilbao, España.
Acotó que en 30 años bajó un 30 por ciento el número de explotaciones agropecuarias.
Sin embargo otra es la mirada del director Nacional de Estadísticas del Sector Primario y coordinador del Censo Nacional Agropecuario 2018, Roberto Bisang, quien en diálogo con NA consideró que el actual censo “es un operativo a escala nacional y para el INDEC significó un cambio sustancial de metodología”.
El último censo fue en 2002, hecho en papel, en cambio este último utilizó tecnología y “apunta a capturar todos los cambios que ha habido en el campo que son sustantivos a la fecha”.
Los análisis preliminares, según Bisang muestran “los cambios que estamos observando, por ejemplo que hay una tendencia muy fuerte a la agricultura bajo contrato, del acceso a la tierra a través de alquileres, por caso”.
También una fuerte expansión de la agricultura pampeana (maíz, soja, girasol, trigo) a otras provincias como “Salta, Santiago del Estero, Chaco, Córdoba, San Luis” que incursionan en estos cultivos.
Lo otro que dejan entrever los datos recabados es que se afianzan las economías regionales, “como el arándano en Concordia (Entre Ríos), la fruta fina en Los Antiguos (Santa Cruz), maní en Córdoba y los limones en Tucumán que se ha convertido en un polo mundial” del cítrico dijo Bisang a Noticias Argentinas.
También detectaron que en determinadas explotaciones hay industralización: “muelen su propio grano, lo convierten en alimentos balanceados, integrados en los mismos campos que luego se derivan a la ganadería porcina, vacuna”.
Otra cosa que detectaron es que se “empiezan a ver emprendimientos turísticos, como las estancias bonaerenses, la ruta del vino en San Juan y Mendoza” así como “la producción de biocombustibles, derivados del maíz y soja para corte o producción propia”.
El Censo Nacional Agropecuario 2018 para su director permite detectar “una producción muy dinámica y el barrido de datos consolida como importante que el mundo del campo va más allá de la soja, maíz y la ganadería convencional. Es un agro bastante más diversificado y con cierta industrialización dentro de los propios campos”.
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El censo
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El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anunció este jueves que concluyó el operativo de campo del CNA 2018, cuyas tareas se iniciaron el 15 de septiembre de 2018.
La estructura censal nacional fue integrada por aproximadamente 3.500 técnicos; incluyó coordinadores, jefes de zona, auxiliares, supervisores y censistas que fueron capacitados para las distintas funciones específicas.
En tanto, el INDEC y las Direcciones Provinciales de Estadística completaron la etapa censal de este ambicioso proyecto, que se destacó por el desafío de utilizar por primera vez nuevas herramientas informáticas para relevar, almacenar, supervisar y procesar datos.
El CNA 2018 tuvo como objetivo relevar los datos estructurales de las explotaciones agropecuarias de la Argentina y el operativo se basó en el reemplazo de los cuestionarios, mapas y planillas de seguimiento en papel por medios electrónicos: tableta, aplicación móvil, sistema de gestión informático.
Los contenidos de la Aplicación Móvil (APP CNA 2018) se estructuraron en tres módulos: “Cuestionario” (captura de datos); “Geográfico” (material cartográfico de referencia) y “Registro de Novedades” (control del proceso operativo).
El aprovechamiento de las tecnologías de información, control y transmisión de datos permitió obtener ventajas metodológicas y operativas.
En tanto en el “Módulo Cuestionario” se identificó el productor y determinó la explotación agropecuaria. Se relevaron el uso del suelo; prácticas culturales; producción animal; infraestructura y maquinaria y residentes y trabajadores.
Los entrevistados, en interacción con el censista, ubicaron su explotación agropecuaria en la cartografía digital. De esta manera, la información obtenida quedó geo-referenciada desde su captura.
La unidad estadística del CNA 2018 es la explotación agropecuaria, que es el tópico de organización de la producción, con una base territorial, una superficie no menor a 500 m2 dentro de los límites de una misma provincia y con un responsable que ejerce la dirección de la explotación asumiendo los riesgos productivos y económicos de la actividad.

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