Por Matilde Fierro .
Buenos Aires, 30 junio (Especial de NA) — La actividad en el mercado inmobiliario rural argentino registra una suba sostenida en los cinco primeros meses de 2019.
A pesar de que el que el índice InCair de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) marcó en abril 36,44 puntos, con una cuarta suba consecutiva de la actividad en comparación con el mismo mes de 2018, la caída interanual era del 21%.
Ahora en mayo los datos cambiaron, el índice InCAIR marcó 39,42 puntos lo que significa una nueva suba en la actividad del mercado inmobiliario rural, con la compra y venta de campos en todo el territorio argentino.
La base del InCAIR es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo registrado en septiembre del año 2011.
El InCAIR se conforma, principalmente, por resultados de la encuesta mensual de actividad efectuada entre socios de todo el país.
Además de cantidad de avisos publicitarios de campos en venta o alquiler en los principales medios gráficos de tirada nacional y cantidad de anunciantes en la Web de CAIR.
A lo que se suman operaciones realizadas en el período analizado; búsquedas y consultas efectuadas por inversores en la web de CAIR y cantidad de avisos comerciales en las principales plazas del interior del país.
Este es el índice número 67 de la historia de CAIR y corresponde al mes de mayo de 2019.
La variación interanual (mayo 2018-mayo 2019) refleja una suba del 3,9 por ciento y respecto de abril último señala una ligera suba de 2,98 puntos.
El informe que acompaña al índice manifiesta que “los 39.42 puntos del mes de mayo marcan un leve pero constante incremento en la actividad del mercado inmobiliario rural, lo que puede definirse como una mejora continua y muy valorable ya que se registra de forma constante desde enero, es decir, durante los cinco primeros meses del presente año”.
También indica que “la suba interanual deberá ser tenida en cuenta tras la devaluación producida en mayo del año pasado”.
“Es de esperar que en la medida de que el futuro del país gane en razonabilidad, con menor incertidumbre política y baja de las tasas financieras, el crecimiento de la actividad inmobiliaria rural continúe siendo sostenido como hasta ahora”, resaltaron los autores del reporte.
En diálogo con NA, Javier Christensen, presidente de CAIR, afirmó que “el movimiento del mercado fue alentado por los resultados buenos de la campaña agrícola 2019-2020”.
Sostuvo que se evidencian “negocios medianos y chicos que tienen como protagonistas a gente del sector, sin embargo están apareciendo operaciones de mediana y grande envergadura”.
Si bien la renta financiera sigue compitiendo con las inversiones inmobiliarias rurales, en estos momentos para el directivo el condicionante es la “incertidumbre política”.
“Los productores esperan que el país no vuelva al pasado porque el campo sufrió mucho con el anterior Gobierno, desde la Resolución 125 de alícuotas móviles y el trato a la producción agroindustrial, la herida está abierta. Para las próximas elecciones hay dos caminos de 180 grados”, dijo a Noticias Argentinas.
Respecto de los precios de los establecimientos agrarios, precisó que “se ajustan a la baja en un piso del 15% de caída, pero no creemos que sigan disminuyendo los valores”.
Destacó que la mayoría de las operaciones se realizan en la zona núcleo productivo donde la hectárea ronda entre los 14 y 16 mil dólares.
Christensen se mostró optimista del futuro de la actividad inmobiliaria rural porque “el ánimo del productor cambió” y en varias operaciones el vendedor del campo ofrece financiación propia.
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