Por Matilde Fierro .
Buenos Aires, 29 septiembre (Especial de NA) — Los productores se refugian en la soja en detrimento de sembrar más maíz, ante la suba de costos, la baja de precios internacionales del cereal y la incertidumbre política.
El jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Esteban Copati, sostuvo en diálogo con NA que la entidad tuvo que cambiar sus proyecciones por el refugio en soja de los productores.
“Hemos tenido algunas modificaciones en las últimas semanas, inicialmente estábamos previendo una importante expansión del área implantada con maíz, pero esta decisión de siembra positiva para el cereal se fue perdiendo”, indicó el economista.
Señaló que las causas son “un mix entre el escenario de cambio de costos que se encarecieron y de márgenes sobre todo para la variación de los precios internacionales de maíz que bajaron y afectó la rentabilidad del cultivo, y también tiene que ver con la incertidumbre política que se está viviendo”.
“La incertidumbre climática y política ha impactado sobre la decisión de siembra, pero todavía estamos manteniendo una proyección de expansión de área interanual de maíz, estamos hablando de que podríamos alcanzar las 6,4 millones de hectáreas en esta campaña 2019-2020”, remarcó Copati.
Asimismo, se prevé finalmente un incremento de maíz de sólo 100 mil hectáreas contra las 6,3 millones de hectáreas sembradas durante el año pasado: “Hasta hace un mes atrás podíamos hablar de una expansión en el orden de las 350 mil hectáreas” y esas 250 mil hectáreas que se desestimaron migraron a soja.
Así se perdió gran parte de la decisión de siembra de maíz, el cereal tiene un escenario positivo, pero con menor área.
“En términos de soja, se trata del cultivo que también ha revertido su tendencia, estábamos inicialmente pensando en una reducción del área y hoy estamos viendo una expansión de 17,4 millones de hectáreas a 17,6 millones, 200 mil hectáreas más que en gran medida captan la pérdida de decisión de siembra de maíz y también lotes que no pudieron ser sembrados con girasol en regiones del NEA”, señaló Copati a Noticias Argentinas.
En el NEA, el girasol retrocedió por cuestiones climáticas locales como exceso de humedad, anegamiento, lotes con falta de piso que no pudieron ser incorporados al cultivo.
Por eso, el girasol 2019-2020 cayó significativamente en Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe y gran parte de esta superficie va a ser capitalizada también por la soja.
Para Copati, “hay un cambio en la decisión de siembra, con una expansión en términos de soja, es una decisión más de refugio en términos de rotación para los productores”.
La Bolsa de Cereales porteña estimó que la agricultura argentina se encuentra en lo que hace al área de implantación de la campaña 2019-2020 de un total entre cultivos de invierno y de verano ante un récord próximo a las 35 millones de hectáreas.
Según sus cálculos, en producción el año pasado, se lograron volúmenes por arriba de los 135 millones de toneladas totales entre los seis cultivos, soja, maíz, sorgo, girasol, trigo y cebada y para el ciclo 2019-2020 se estima una reducción a 131,7 millones de toneladas.
Si bien el trigo expandió el área sembrada que se trasladará a la rotación de soja de segunda implantación, no habrán, por la coyuntura climática de una virtual sequía, los rendimientos espectaculares que hubo en la campaña 2018-2019.
La producción de soja se contraerá casi cuatro millones de toneladas, al pasar de 55,1 millones de toneladas en 2018-2019 a 51 millones de toneladas en la nueva campaña 2019-2020.
En tanto, Copati explicó: “El sorgo ha mantenido relativamente estabilidad, proyectamos una leve expansión del área de solamente 20 mil hectáreas a nivel nacional y pasar de 730 mil hectáreas implantadas durante la campaña 2018-2019 a 750 mil proyectadas para este nuevo ciclo, pero no va a tener gran impacto en la producción con un volumen similar al último, de 2,5 millones de toneladas”.
Mientras que el escenario para el trigo es alentador y se estima un área de 6,6 millones de hectáreas, con un incremento interanual de las 19 millones de toneladas obtenidas en el ciclo 2018-2020 que llegarán a 21 millones en esta cosecha de verano 2019-2020.
Para cebada, la Bolsa prevé una reducción del área implantada de un millón de hectáreas en el ciclo 2018-2019 a 950 mil hectáreas para la actual campaña y por el frío y las heladas se comprometió ya el rendimiento que estará en 3,8 millones de toneladas, por debajo de las 4,2 millones de toneladas cosechadas durante la campaña pasada.
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