Por José Calero.

Mar del Plata, 18 octubre (Enviado especial de NA) — Alberto Fernández ignoró este año el Coloquio de IDEA, al mejor estilo de la estrategia aplicada por el kirchnerismo duro durante sus gobiernos, y Mauricio Macri prefirió no forzar su agenda de campaña y apelar a la videoconferencia, en lugar de asistir.
La actitud de los principales candidatos presidenciales le bajó el precio a un cónclave empresarial impulsado por las principales empresas del país, en especial las del sector servicios, pero también por algunas automotrices como Fiat y Toyota, y por la siderúrgica Techint.
Dicen que Alberto terminó de decidirse a faltar por pedido expreso de Cristina Kirchner, que no le perdona a IDEA sus militancia histórica por el modelo neoliberal.
Sólo María Eugenia Vidal, Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey fueron las figuras políticas de peso presentes.
Lo de Vidal sonó a despedida: la aplaudieron de pie luego de prometer que seguirá trabajando en políticas públicas, dando por hecho que su suerte electoral está echada, y que el próximo gobernador será Axel Kicillof, quien despierta escozor en el empresariado por su ideología intervencionista.
Hay desazón entre los empresarios de IDEA por la etapa que viene, pero el sólido respaldo económico que tienen las empresas que componen la entidad le darán aire para seguir sosteniendo su agenda.
Tal vez enterados de lo que viene, los banqueros se movieron rápido en este encuentro de Mar del Plata e hicieron varias reuniones al más alto nivel.
Les preocupa que se solucione el problema de la deuda: aceptan un reperfilamiento, pero no una quita, por lo que puede venir un tira y aloje a gran escala, que incluirá a un FMI cada vez más endurecido.
Hubo coincidencia entre los expositores en que desde el 2011 la economía argentina casi no genera empleo.
Tal vez eso explique la llamativa presencia de referentes del sindicalismo a lo largo de todo el encuentro.
Hector Daer, Gerardo Martínez, Sergio Palazzo, Antonio Caló y Hugo Yasky no sólo se dejaron ver en la reunión, sino que varios participaron del debate sobre la relación entre los gremios y las empresas, con la necesidad de un acuerdo social como trasfondo.
La ausencia del Presidente en IDEA cayó mal entre los referentes de ese instituto que siempre respaldó a Cambiemos con distintas herramientas.
Cerca del jefe de Estado dicen que decidió esforzarse poco por estirar su agenda, porque está desilusionado con el denominado “círculo rojo”.
Macri termina su gobierno con una relación fría con el empresariado.
Razones sobran: el control de cambios lo separa de los banqueros, el congelamiento del precio del crudo y de las naftas lo alejó de los petroleros, y hasta la quita del IVA a los alimentos le hizo algún ruido con sector alimenticio.
La relación con la UIA está rota: la entidad lo acusó de ignorarla durante sus cuatros años de gestión, y se mostró junto a Fernández.
Si hasta Marcos Galperin, el CEO de Mercado Libre favorito de Macri, lo primero que hizo tras las PASO fue ir corriendo a reunirse con Alberto Fernández.
Los planetas del mundo empresarial parecen alineados frente al 27 de octubre, y en IDEA se notó mucho.

Primicias Rurales
NA