Ohio, febrero12, (PR/20) – Un equipo de científicos de la Universidad de Nebraska, la Universidad Estatal de Ohio, y el Instituto Conjunto del Genoma del Departamento de Energía de EE.UU., aseguran en esta prepublicación en la plataforma bioRxiv.org (pendiente de revisión por sus pares), que encontraron congelados en la meseta tibetana a 28 grupos de virus desconocidos, alojados en la capa de 15 mil años de antigüedad.
A unos 6700 metros de altura, al oeste de las montañas Kunlun en la parte china de la meseta tibetana, existe una de las capas de hielo más antiguas de la Tierra. Se trata del casquete de Guliya, unos 200 kilómetros cuadrados de corteza de hielo que comenzó a formarse antes de que finalice la última edad de hielo. Eso lo convierte en un registro de los últimos 130 mil años de la historia de nuestro planeta, o más.
El grupo de científicos tomó dos muestras de núcleos de este hielo de 50 metros de profundidad, lo que equivale a testigos de hielo de 15 mil años de antigüedad. Para llegar al núcleo interno del hielo usaron una sierra esterilizada trabajando en una habitación a -5°C, para raspar las capas y acceder al hielo no contaminado. Emplearon etanol y agua estéril para derretir y lavar un centímetro más de hielo, empleando un procedimiento de muestreo microbiano y viral ultra limpio. En su interior encontraron decenas de bacterias desconocidas, y lograron identificar 33 grupos de virus de los cuales 28 eran nuevos para la ciencia.
El investigador Zhi-Ping Zhong, que encabeza este estudio expone: “los glaciares del planeta se están encogiendo rápidamente, y como mínimo esto podría llevar a la pérdida de archivos virales y microbianos (…) de los regímenes climáticos de la Tierra en el pasado; sin embargo, en el peor escenario posible la fusión del hielo podría liberar patógenos al medio”.
Volver del pasado
Los testigos de hielo esconden muchos secretos de la historia de nuestro planeta, podemos descubrir lo que le pasaba a la atmósfera hace incluso medio millón de años atrás. Los científicos comenzaron a estudiar las bacterias encontradas en el hielo glaciar desde principios del siglo XX, y con mayor énfasis desde la década de los ´80. Este tipo de investigaciones, mayoritariamente están enfocadas a conocer cómo fue el clima pasado en la Tierra, a través del estudio de las comunidades microbianas archivadas en los glaciares.
Por otro lado, se ha estudiado muy poco a los virus en el hielo glaciar antiguo, (sólo hay dos informes al respecto), un estudio se realizó en Groenlandia con hielo de hace 140 mil años, y otro en el núcleo de hielo de Vostok.
Calentamiento global: despertar años después
Tal vez recuerden el brote de ántrax en una parte remota de Siberia del año 2016, el cual fue atribuido a las esporas del virus liberado de restos de un reno, enterrados en el permafrost durante 75 años. En aquel momento, una ola de calor fue la responsable de su reaparición por las altas temperaturas registradas en la zona.
Ahora bien, a medida que se comprueba que los glaciares de todo el mundo continúan disminuyendo a un ritmo acelerado, el razonamiento que queda es bastante intuitivo: los virus y microbios congelados en la antigüedad podrían estar quedando expuestos.
Esto trae dos consecuencias, por un lado se teme que se pierdan para siempre si no se catalogan a tiempo (o sea, antes de que los glaciares se derritan); y por el otro lado la peor consecuencia “que la rápida fusión de hielo que experimentamos por el calentamiento global libere patógenos al medio ambiente”, aclararon los científicos.
El estudio de estos “nuevos virus” que eran parte de nuestro planeta hace 15 mil años, es importante porque le ofrece a los profesionales más detalles sobre el clima de ese momento, qué microbios y virus pudieron sobrevivir a las distintas condiciones extremas; y sobre todo podría ayudar a prevenir futuros brotes de enfermedades.
Aún esta reciente investigación no se ha revisado ni publicado en una revista científica, pero fue realizada por profesionales de prestigiosas universidades.
Primicias Rurales
Fuente: meteored.com.ar