Por Marcos Victorica*.
Buenos Aires, 23 agosto (Especial para NA) — El coronavirus produjo un milagro: ¡todos queremos volver al pasado!.
Sin embargo, la historia del mundo muestra dos certezas: el futuro jamás fue como se esperaba y el pasado nunca vuelve.
Las pandemias generan cambios importantes en los hábitos de las personas y las formas de hacer negocios.
Y eso, indefectiblemente repercute en los mercados. El coronavirus cambió las costumbres, oferta y demanda y en consecuencia, las rentabilidades.
Uno de los ejemplos es el teletrabajo o home office que cambió abruptamente la manera de trabajar y como consecuencia generó cambios en el consumo que impactan en la economía de diversas formas.
Otro cambio, es la tendencia en diferentes partes del mundo, incluida Argentina, de mudarse de departamentos a casas buscando espacios propios y alejados de las grandes ciudades, generando una nueva demanda de alquiler y ventas de propiedades con determinadas características.
Estas mudanzas, la incorporación de escritorios en los domicilios, la necesidad de contar con pequeños centros de distribución -storages- en lugar de grandes almacenes, son una muestra de los cambios que se están produciendo en la pandemia y que afectan la demanda de infraestructura y todo lo que ello conlleva.
En estos momentos de cambios constantes y alta incertidumbre, si hablamos de inversiones es mejor aprender de la mula cuando escala la montaña, pasos cortos y seguros.
Son tiempos para asegurar antes que para arriesgar, la misión de la inversión es proteger el fruto del esfuerzo.
Por ello es necesario conocer el riesgo, comprar activos simples con un valor propio, nada influido por la moda o fácilmente prescindible por el usuario.
Inversiones de menor volumen y seguras, de fácil ingreso y egreso, son un paso firme en tiempos inestables.
En los mercados se usa un término que es casi un mandamiento en tiempos de crisis “Flight to quality” (vuelo hacia la calidad) que significa guarecerse en lo seguro.
También en estos momentos, la sabiduría está en lo simple.
(*) Economista y CEO de Best American Storage.
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Fuente: NA