Buenos Aires, 14 noviembre (PR/20) –La irrupción del virus SARS-CoV-2 tomó por sorpresa al mundo y rápidamente se expandió desde Wuhan, China -en donde se cree que nació en un mercado de animales y estuvieron involucrados en la cadena de transmisión murciélagos y pangolines- a todos los continentes, naciones y en tan solo 11 meses generó más de 53 millones de casos confirmados a nivel global, 1.3 millones de muertos según la Universidad Johns Hopkins y obligó a que se instauren diferentes tipos y esquemas de confinamientos, cuarentenas y aislamientos.
Al mismo tiempo, la comunidad científica avanzó a toda velocidad en dos grandes avenidas para tratar de frenar la propagación del COVID-19, una a través de las vacunas -10 de ellas se encuentran en Fase III muy cerca de la recta final- y en paralelo buscando terapéuticas o tratamientos que puedan neutralizar al virus y aminorar los efectos de la enfermedad en los pacientes.
Con una inminente segunda ola en Europa, el foco ahora está puesto en Dinamarca. ¿Por qué allí? Científicos descubrieron que existe un tipo de transmisión de COVID-19 entre las poblaciones de visones -mamífero carnívoro de la familia de los mustélidos que se asemeja a la nutria- que podría hacer que el virus mute rápidamente antes de saltar a los humanos. La advertencia vino de un importante organismo: la agencia de salud de la Unión Europea.
Estas mutaciones conllevan el riesgo de que el virus se vuelva más infeccioso, más letal, altere el riesgo de reinfección o eche a perder las posibles vacunas en proceso. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha publicado una nueva guía para frenar la propagación del coronavirus entre visones y humanos.
“Desde abril de 2020, cuando se informó de la primera infección por SARS-CoV-2 en los Países Bajos en un visón y posteriormente en un trabajador agrícola de visones, se ha establecido que puede producirse la transmisión de humano a visón y de visón a humano. Desde entonces, se han notificado infecciones en visones en Dinamarca, Italia, España, Suecia y Estados Unidos”, comienza la publicación.
La cantidad de infecciones que pueden ocurrir en una granja de pieles implican que “el virus puede acumular mutaciones más rápidamente en los visones”, explicó el ECDC. En Dinamarca, se ha identificado que 214 personas han contraído variantes del SARS-CoV-2 asociadas con visones cultivados, 12 de los cuales presentaban una variante única y diferente a las hasta ahora registradas. Incluso desde el Gobierno local tomaron medidas drásticas: Dinamarca sacrificará alrededor de 15 millones de visiones criados en su territorio a causa de una mutación de COVID-19, anunció la primera ministra Mette Frederiksen. La mutación “podría representar un riesgo de que futuras vacunas -contra el coronavirus- no funcionen como lo previsto”, declaró la mandataria.
Se cree que esta variante, denominada ‘Grupo 5’, tiene una sensibilidad moderadamente disminuida a los anticuerpos neutralizantes tanto en visones como en humanos. Al menos 216 granjas de pieles danesas han sido infectadas con coronavirus, y el país planea sacrificar a millones de estos animales en sus 1.139 granjas.
El ECDC advirtió también que “el establecimiento de un reservorio de virus entre los visones puede dar lugar a variantes de virus problemáticas en el futuro y actualmente existe una gran incertidumbre y se requieren más investigaciones con respecto a la naturaleza de estas mutaciones y sus implicaciones para cuestiones como la eficacia de la vacuna, las reinfecciones y la propagación o gravedad del virus”, agregaron.
El organismo recomendó que los países adopten una serie de medidas de protección en las granjas de visones, incluidas pruebas periódicas de los trabajadores y los residentes locales y, en caso de contraer el COVID-19, secuenciar el virus para detectar mutaciones.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha ordenado el sacrificio de todos los visones en todas las granjas del país al encontrar que en algunas granjas, los visones habían contraído una mutación del coronavirus.
La agencia de salud europea también ha pedido que los animales se sometan a pruebas de forma rutinaria, así como la introducción de medidas de precaución adicionales para limitar la posible propagación del virus de los visones a los humanos.
Estos podrían incluir la eliminación de visones y la destrucción de pieles de granjas infectadas, así como las precauciones elevadas entre veterinarios, productores de visones y sus socios en la industria de la piel.
El informe del ECDC señaló que el riesgo para la población general de las cepas de coronavirus relacionadas con el visón era probablemente bajo, pero mucho más alto para aquellos que trabajan con visones y las personas médicamente vulnerables que viven en áreas con una alta concentración de granjas de pieles.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud en contraste dice estar “muy, muy lejos de tomar una determinación” sobre si las cepas mutadas de COVID-19 del visón podrían amenazar a las personas, de acuerdo a lo que manifestó recientemente el jefe de emergencias del grupo, Michael Ryan.
Según David Heymann, experto en salud global del grupo de expertos de Chatham House, es poco probable que una cepa mutante de coronavirus de una granja de visones cambie el curso de la pandemia: “Este virus está en todos los países y está mutando de manera diferente en cada país”, agregó a Daily Mail el ex funcionario de la Organización Mundial de la Salud.
“Para que este virus de los visones pueda reemplazar el virus en otros países y tener impacto en las vacunas, tendría que ser más apto que los otros virus que existen ahora y propagarse más fácilmente y más rápidamente”, advirtió el especialista.
“El informe del ECDC señala a las granjas de pieles como posibles fábricas de virus capaces de producir mutaciones de COVID-19 e incluso socavar el progreso médico hacia tratamientos confiables”, dijo la directora de Humane Society International / Europa, Joanna Swabe, quien apuntó a que el documento oficial “valida aún más la decisión del gobierno danés de responder al riesgo para la salud pública que presenta el comercio de pieles”. Añadió que también debería ser “una llamada de atención sería para los países productores de visones que aún no lo han probado sistemáticamente para tomar medidas urgentes”.
No todos opinan que el riesgo sea tan inminente y extremo. El doctor Elmer Huerta, prestigioso oncólogo peruano, médico y comunicador radicado en Estados Unidos, examinó los alegatos daneses, lo que dicen los científicos y por qué una posible mutación a causa de los visones podría suponer un peligro para la vacuna.
“La vaga explicación que dio la primera ministra de Dinamarca, y luego el ministro de Salud de ese país, fue que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, había sufrido cierta mutación en los visones. La misma impedía una adecuada respuesta del sistema de defensa humano, y que podría ser una amenaza mundial porque podría interferir con la eficacia de una futura vacuna. La comunidad científica está extremadamente frustrada por lo que califican como una falta de transparencia de las autoridades danesas, que no han dado absolutamente ninguna información científica al respecto”,
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Fuente: INFOBAE