Como otra forma de cuidar la salud, el Senasa destaca los beneficios de estos cítricos de temporada y los controles que realiza en estas producciones que llegan al mercado interno y el resto del mundo.
Buenos Aires, 14 de mayo (PR/21) . – No solo frío trae esta época del año: las naranjas y las mandarinas son unos de los alimentos estrella del invierno. Además de ser frutas deliciosas, proveen a quienes las consumen muchos beneficios para su salud.
Los cítricos son una fuente de flavonoides, vitamina C, folatos y potasio, nutrientes que, en conjunto, preservan la salud cardiovascular, por eso, el invierno es una época perfecta para consumirlos al desayunar, después de las comidas principales o para ingerirlos entre horas.
La citricultura es una de las actividades frutícolas más importantes de nuestro país, ya que presenta condiciones ecológicas ideales para el desarrollo de su cultivo y producción. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realiza acciones para cuidar esta producción y alienta a que las personas consuman estos frutos de característico perfume y color.
Acciones del Senasa
El sector primario está dividido en varias etapas. Una inicial de siembra e injerto en vivero y luego trasplante a cultivo, y una segunda de cosecha de la fruta. Le siguen las etapas de transporte y empaque, en donde se realizan las labores de higiene, encerado, clasificación y embalaje de acuerdo a si el consumo es en fresco o si se destina a industrialización.
En función de las características de esta cadena, la comercialización de estos cítricos ha exigido el diseño de procesos industriales posteriores a la cosecha de la fruta acordes a las tendencias internacionales. En este aspecto, el Senasa tiene una activa participación a lo largo de toda la cadena productiva y de procesamiento de la fruta, y ha acompañado dicho proceso mediante la elaboración de normativas que atienden los aspectos higiénico sanitarios y de buenas prácticas de manufactura (BPM) en los establecimientos para fortalecer la comercialización de los productos frutihortícolas argentinos en el mercado internacional.
Asimismo, el rol del Senasa en el establecimiento de estándares de clasificación de estos frutos –a través de la tipificación, el empaque y la identificación– ha contribuido al posicionamiento en los mercados de estos productos, puntualmente, a partir de la producción elaborada bajo normas de buenas prácticas agrícolas, una herramienta que certifica a nivel internacional la confiabilidad de la mercancía.
En lo que hace a la protección fitosanitaria, para preservar la sanidad de los cultivos, el Senasa impulsa el mejoramiento fitosanitario de esa producción para el mercado interno y para mantener y acrecentar los mercados externos a los que exporta nuestro país.
Para proteger las condiciones fitosanitarias de este y otros cultivos, el Senasa, ejerce el control fitosanitario de las importaciones de productos vegetales y de origen vegetal, estableciendo los requerimientos fitosanitarios que deben cumplir los mismos, mediante la metodología de Análisis de Riesgos de Plagas, a fin de prevenir la introducción de plagas ausentes en nuestro país que pudieran tener importancia económica potencial. A su vez, los viveros operadores de material de propagación cítrico se encuentran bajo control del organismo con el propósito de prevenir la dispersión de plagas en las zonas de cultivo a través de material contaminado.
Entre los programas fitosanitarios del Senasa cuyo objetivo es garantizar la sanidad de naranjas y mandarinas, se destaca el Programa Nacional de Moscas de los Frutos, que implementa estrategias de control para disminuir y erradicar esta plaga, certificar y proteger zonas libres de mosca de los frutos, mejorar la inserción y competitividad de los productos frutihortícolas nacionales en los mercados externos e internos, entre otros. Esencialmente, su desarrollo consiste en la vigilancia de la plaga a través del trampeo y muestreo de frutos, el control químico y cultural, la técnica del insecto estéril y el sistema de protección cuarentenaria.
El Senasa también lleva adelante un Programa de Certificación de Fruta Fresca Cítrica para la exportación cuya finalidad es controlar que este producto cumpla con las exigencias fitosanitarias establecidas en la legislación de los países importadores. Así, según el destino, define la obligatoriedad de adoptar diferentes medidas fitosanitarias en las etapas del cultivo y reglamenta los procedimientos en las plantas de empaque y en puertos, aeropuertos y fronteras secas.
De esta forma, la participación del Senasa a lo largo de todo el proceso productivo y de exportación de cítricos facilita el acceso de los productos argentinos a una gran cantidad de mercados, contribuye al incremento de los atributos de los productos en función de su sanidad, calidad e inocuidad y consolida a la Argentina como un país productor caracterizado por la excelencia de sus cítricos.
Regiones
En la Argentina, la producción se centra en el Noroeste, en la zona de la Mesopotamia y en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Dentro de la fruticultura nacional, los cítricos ocupan el primer lugar en volumen de producción.
La actividad citrícola de la Argentina se desarrolla principalmente en regiones bien definidas:
Región NEA, comprende la Región Mesopotámica que abarca las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones.
Región NOA, integrada por las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca.
Nordeste de la provincia de Buenos Aires, en los Partidos de San Pedro, Baradero, San Nicolás, Zárate y Ramallo.
Región Norte, abarca zonas puntuales de las provincias de Formosa y Chaco.
Recomendaciones
El Senasa ofrece algunas recomendaciones para que las personas en Argentina tengan en cuenta respecto a estos cítricos de estación:
Quien tenga un frutal en su casa recolecte todos los cítricos para evitar el desarrollo de distintas plagas como la mosca de los frutos. Especialmente si vive en las áreas protegidas de esta plaga.
No dejar fruta en el suelo: recuerde que se puede hacer dulces o conservas y consumirlas ¡o donarlas!
Primicias Rurales
Fuente: SENASA