Dra. Virginia Busnelli, (MN 110351), Médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF
Si hay algo que está presente siempre en el transcurso de nuestra vida, trascendental y muy relevante, que no es sólo de algunos, si no derecho y necesidad de todos, es el alimento. Y nuestra forma de alimentarnos es reflejo de quienes somos, de cómo nos relacionamos con otros, de cómo vivimos.
Hablar de alimentación y nutrición es más complejo que saber sobre alimentos y armado de plato. Cuando minimizamos el impacto de nuestras construcciones a lo largo de la vida, del ambiente micro y macro en el que estamos envueltos y las influencias del entorno estamos fomentando la idea de que el cambio hacia una alimentación saludable se sostiene solo de una dieta y de nuestra fuerza de voluntad, cosa que no es así. Crecer y preocuparnos por nuestra nutrición es entender que no podemos vivir a dieta; que sanar mi relación con el alimento es más importante que aprender sobre desayunos y meriendas saludables; que la culpa no puede ser nuestra aliada en el proceso; que el sabio acerca de lo que necesito es mi propio cuerpo y tengo que aprender a escucharlo; que hay que hablar de porque estamos tan arraigados a ciertas prácticas; que podemos deconstruir hábitos, que no necesariamente tengo que seguir estereotipos de alimentación y que con información no hacemos todo, pero si una gran parte.
El camino de la búsqueda de una alimentación adecuada a cada uno, llena de nutrientes, amable con nuestro cuerpo y con el medio ambiente, rica, placentera y posible de sostener en el tiempo, es una propuesta que puede ser simple, pero a la hora de llevarla a cabo puede complejizarse. En este camino, la presencia de diferentes actores entorpece el recorrido, volviéndonos participes de un escenario del que no queremos formar parte: alimentarnos de lo que no nos nutre.
Pero el camino se hace más ligero si hay alguien que nos empuja de a poco, no nos lleva, solo nos ayuda a ver que en nosotros mismos esta la capacidad y la autonomía de decidir a favor de nuestra salud, de traspasar todos esos obstáculos que complican llegar al objetivo o simplemente vivir el proceso de manera feliz y placentera.
Los profesionales de la salud expertos en nutrición, tienen la capacidad de ser terapeutas, acompañantes y guías en este camino en busca de la salud. No es alguien que, a través de una simple indicación o dieta busca resolverte los problemas, sino que es alguien que te ayuda a ver que contas con los soportes necesarios para tomar las riendas del asunto, facilita que puedas descubrir las capacidades existentes en vos para la construcción de nuevos hábitos a partir de información y estrategias adaptadas y propuestas desde el amor y la empatía.
Una de las cosas esenciales en el proceso de cambio de una persona es el tipo de relación que se establece entre terapeuta y paciente. Eduardo Carabelli, terapeuta Gestáltico afirma lo siguiente: «El terapeuta que se apoya en su presencia y en la presencia de su paciente puede estar con él en un vínculo sanador».
Los invito a buscar ayuda en alguien con el que sientan que pueden construir este vínculo, en donde se une presencia del terapeuta, su técnica, conocimiento y empatía con la necesidad de escucha y acompañamiento del paciente y la información acerca de su propia vida, para poder transitar el camino de la salud de una manera armoniosa y feliz, partiendo de la aceptación, la responsabilidad y la acción.
Como medica especialista en nutrición quiero desearle un feliz día a todos los licenciados/as, ya que sin ellos todo sería más difícil, y además, porque juntos ayudamos a sanar la relación con la comida, ayudamos a sanar nuestro vínculo con nosotros mismos.
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