Por Dave Mowitz

La sequía agrieta el suelo
Buenos Aires, 11 de febrero (PR/22).- La segunda vez es un encanto para La Niña. Vuelve con fuerza para la primavera y posiblemente el verano, trayendo consigo una sequía continuada y apuntando a la esquina suroeste de la nación, especialmente.

“Esta La Niña probablemente signifique malas noticias para el suroeste de Estados Unidos, que debería ver precipitaciones más bajas de lo normal este invierno”, dice Josh Willis, un científico del clima en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. “Puede que esta La Niña no sea un bombazo, pero sigue siendo una señal desagradable para una zona que ya está sumida en la sequía”.

En Norteamérica, las condiciones más frías y tormentosas durante La Niña suelen establecerse en el noroeste del Pacífico, mientras que el tiempo suele ser más cálido y seco en el sur de Estados Unidos y en el norte de México.

El fenómeno de La Niña que comenzó a finales de 2020 se inscribe en un patrón climático más amplio que lleva casi dos décadas: una fase fría (negativa) de la oscilación decenal del Pacífico (PDO). Durante la mayor parte de los años ochenta y noventa, el Pacífico estuvo atrapado en una fase cálida de la PDO, que coincidió con varios eventos fuertes de El Niño. Pero desde 1999 predomina una fase fría.

La sequía a largo plazo en el suroeste de Estados Unidos coincide con esta tendencia, señala Willis. En un informe publicado a finales de 2021, los meteorólogos predijeron que las condiciones de La Niña persistirían durante el invierno del hemisferio norte, con un 60% de probabilidades de que el océano volviera a tener condiciones neutras durante el periodo de abril a junio.

La Niña está relacionada con el aumento de la probabilidad de precipitaciones por encima y por debajo de la media en muchas regiones del planeta. Los cambios en las precipitaciones se producen en determinadas épocas del año. En el África subsahariana, las principales temporadas de precipitaciones con condiciones húmedas se dan en el centro y el este del Sahel (junio-septiembre) y en el sur de África (octubre-mayo).

En Asia Central, las condiciones secas son más probables durante las estaciones de precipitaciones de invierno y primavera. En el norte de América Central y los países del Caribe, la probabilidad de condiciones húmedas aumenta durante julio-septiembre.

EL ESCENARIO ESTÁ PREPARADO PARA LA NIÑA
La Niña, que forma parte del ciclo de El Niño-Oscilación del Sur, aparece cuando los vientos alisios del este energizados intensifican el afloramiento de agua más fría desde las profundidades del Pacífico tropical oriental, provocando un enfriamiento a gran escala de la superficie del Océano Pacífico oriental y central cerca del ecuador.

Estos vientos alisios, más fuertes de lo habitual, también empujan las cálidas aguas superficiales ecuatoriales hacia el oeste, en dirección a Asia y Australia. Este dramático enfriamiento de las capas superficiales del océano afecta entonces a la atmósfera modificando el contenido de humedad en todo el Pacífico.

Este acoplamiento de La Niña entre la atmósfera y el océano altera la circulación atmosférica y puede provocar cambios en las corrientes en chorro de latitudes medias de forma que se intensifiquen las precipitaciones en algunas regiones y se produzcan sequías en otras.

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Fuente. SuccessfulFarming