Biuenos Aires, 25 abril (PR/22) — En lo que resta de la temporada 2021/2022 el sistema climático se mantendrá en un estado entre “La Niña Débil” y “Neutral Frío”, pero su influencia será escasa, ya que, a partir de Abril, aunque “La Niña” se mantenga vigorosa, sus efectos sobre el Hemisferio Sur disminuyen, y pasan a sentirse en el Hemisferio Norte, donde afectan a la temporada primavera-verano de ese Hemisferio. Un indicio de ello son las nevadas y olas de frío tardías que están experimentando los EE.UU. y Europa.
No obstante, el sistema climático continuará perturbado debido a la acción de otros factores:
• El funcionamiento del Anticiclón del Brasil continuará debilitado por el marcado calentamiento que sufren el Océano Atlántico Tropical y Subtropical desde hace varios años, a lo que en esta temporada se está sumando el avance hacia el norte de la corriente marina fría de Malvinas, haciendo que el aporte de humedad hacia el interior del Cono Sur se torne errático.
• Los vientos polares se activaron en forma temprana, impulsando vigorosas masas de aire frío hacia el interior del Cono Sur, generando el riesgo de heladas tempranas y obstaculizando la llegada de humedad atmosférica desde el trópico.
Debido a esta interacción, las áreas cercanas al Litoral Atlántico y Fluvial observarán precipitaciones normales a superiores a lo normal, pero las situadas hacia el interior registrarán valores por debajo de la media, mientras que la temperatura experimentará una alternancia entre lapsos templados, con registros algo superiores a lo normal, y cortas y vigorosas irrupciones de aire polar, con riesgo de heladas localizadas y generales.
En lo que hace a la perspectiva para la temporada 2022/2023, en las últimas semanas, disminuyeron mucho las diferencias entre las versiones más optimistas, como la del Servicio Meteorológico Australiano (BOM), y las versiones más pesimistas, como la de la NOAA de EE.UU., y en este momento, la mayoría de las perspectivas apunta a una evolución dentro del rango “Neutral Frío” con tendencia hacia un gradual calentamiento, que podría mejorar la situación.
No obstante, es probable que el accionar de otros factores, como el calentamiento del Atlántico Tropical y Subtropical, la corriente de Malvinas y los vientos polares, generen perturbaciones de consideración.
Como conclusiones puede señalarse:
• En lo referente a la etapa final cosecha gruesa 2021/2022 la activación de las precipitaciones, a partir del final del verano, llegó tarde para gran cantidad de lotes que ya habían formado su rendimiento, pero benefició a los más tardíos, si bien estos últimos fueron algo perjudicados por la ocurrencia de heladas tempranas. Las precipitaciones que se esperan en el transcurso de la recolección producirán algunos inconvenientes y atrasos, pero se producirán las ventanas climáticas necesarias para que el proceso avance a ritmo normal.
En lo que hace a la cosecha fina 2022/2023, es probable que las condiciones sean favorables en las zonas de cultivo más cercanas al Litoral Atlántico y Fluvial, con precipitaciones moderadas a abundantes y buena disponibilidad de frío, pero es de temer que las zonas del interior, sobre todo las situadas hacia el Sudoeste, desarrollen importantes focos de sequía, y que se presenten heladas primaverales tardías.
• En cuanto a la cosecha gruesa 2022/2023, la mayoría de las perspectivas apunta a una evolución dentro del rango “Neutral Frío” con tendencia hacia un gradual calentamiento, que podría mejorar la situación.
• El caudal de los grandes ríos irá recuperando gradualmente a lo largo del otoño y el invierno próximos, siendo probable que el estiaje de Septiembre próximo sea bastante marcado, y que recién hacia fines de la primavera próxima logre recuperarse totalmente.
Primicias Rurales
Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires