Roma/Buenos Aires, 9 junio(PR/22) – El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas, el Gobierno de Argentina y el Banco de Desarrollo FONPLATA lanzaron hoy un nuevo proyecto de desarrollo rural ayudar a los pequeños agricultores a hacer la transición hacia sistemas de producción más resilientes basados en los principios de la agroecología y aprovechar las tecnologías digitales para mejorar sus medios de vida e ingresos.

El Programa de Promoción de Sistemas Agroalimentarios Resilientes y Sostenibles para la Agricultura Familiar (PROSAF) tendrá cobertura nacional, aunque priorizará inversiones en el norte argentino.

El proyecto, que será ejecutado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, representa una inversión total de USD 36,1 millones (USD 13,1 millones de fondos FIDA, USD 13,3 millones del Banco de Desarrollo FONPLATA, USD 6,7 millones del Gobierno de Argentina y USD 3 millones de aportación de los beneficiarios).

El PROSAF beneficiará directamente a 16.610 familias rurales en situación de pobreza (alrededor de 66.000 personas), prestando especial atención a las mujeres (40% de los beneficiarios), los jóvenes (30%) y pueblos indígenas (20%).

“Aunque Argentina es una de las economías más grandes de América Latina, la pandemia de COVID-19 ha limitado la capacidad del país para recuperarse de la recesión económica y ha llevado su tasa de pobreza por encima del 40 por ciento. En este contexto, el debate sobre los sistemas alimentarios se ha intensificado, con una creciente demanda de promover una agricultura más resiliente, inclusiva y sostenible”, dijo Marco Camagni, Director de País del FIDA para Argentina. “La transición hacia la agroecología es una de las principales opciones para responder a esta demanda, y el proyecto permitirá que los agricultores familiares jueguen un papel clave en esta transición”.

La falta de oportunidades en el campo, especialmente para las mujeres y los jóvenes rurales, sumada a los efectos del cambio climático, están provocando un continuo despoblamiento de las zonas rurales de Argentina. Este hecho representa una amenaza para la seguridad alimentaria del país y podría agravar la pobreza y las limitaciones económicas en el país.

En este contexto, los principales problemas de la población objetivo del proyecto son su baja capacidad de resiliencia, debido a sistemas productivos ineficientes y de limitada sostenibilidad; la diversificación y adaptación al cambio climático de su producción; la malnutrición, particularmente entre los grupos más pobres; y el acceso limitado al mercado, innovaciones y servicios de apoyo a la producción.

En respuesta a todo ello, el proyecto financiará planes participativos para fortalecer las organizaciones y redes rurales; apoyar la creación de empleo y el crecimiento del espíritu empresarial de los jóvenes rurales; promover el desarrollo de innovaciones digitales que favorezcan el acceso a los mercados y la inclusión financiera; y desarrollar formas alternativas de conectar a los grupos objetivo con los mercados locales, nacionales e internacionales.

El PROSAF también buscará potenciar las capacidades del sector público, fortaleciendo las competencias de las autoridades locales, regionales y nacionales para brindar asistencia técnica de calidad y facilitando espacios de diálogo para la formulación de propuestas de políticas y planes de inversión pública.

El proyecto identificará áreas prioritarias de intervención en las que la pobreza rural y la existencia de necesidades básicas insatisfechas se superponen y trabajará en la mejora de las habilidades laborales y empresariales de los jóvenes y mujeres rurales, el acceso a innovaciones digitales en los servicios de financiación y comercialización y la implementación de prácticas agroecológicas. La asistencia técnica será clave para lograr el objetivo final de aumentar la resiliencia de los pequeños agricultores ante las crisis climáticas y económicas.

Desde que el FIDA comenzó a operar en Argentina en los años ochenta, el Fondo ha financiado nueve proyectos con un valor total de más de USD 408 millones (alrededor de USD 142,5 millones de fondos del FIDA), beneficiando a más de 100 000 familias rurales.

 

El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. El Fondo invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado más de USD 23 200 millones en donaciones y préstamos a bajo interés para financiar proyectos en países en desarrollo. El año pasado, los proyectos respaldados por el FIDA beneficiaron a cerca de 130 millones de personas.

 

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Fuente: FIDA