En Monte Vera, Perotti puso en marcha el proyecto de cultivo de cannabis sativa para uso medicinal por parte del Estado.
Por Eugenia Langone
Natalia Mola es una de esas madres que son parte de la “causa cannábica” para lograr el acceso de sus hijos a tratamientos para diversas patologías. Produce aceite de cannabis para su hijo desde 2016 y recurrió a través de recursos de amparo a la Justicia para poder hacerlo sin caer detenida. Tras lo señalado por el gobernador, indicó: “Yo no necesito las disculpas, porque hay mucha gente y muchas mamás con prejuicios que si no hay una aval del Estado no van a tomar decisiones por su cuenta. Estas medidas son necesarias para eso, para dar confianza y que puedan seguir adelante”.
Justamente el proceso para la producción del aceite se inicia mediante el cultivo de plantas para poder extraer el cannabidiol (CBD) —a diferencia del tetrahidrocannabidiol (THC)—, cuyos fines medicinales ya fueron comprobados para diferentes patologías, trastornos físicos, psiquiátricos y dolencias crónicas, y una lucha que encabezaron fundamentalmente las madres de los niños y niñas con estas patologías que exigían la posibilidad de ser tratados con estos tratamientos.
La actividad se llevó a cabo en el Centro de Investigación y Desarrollo de Cannabis Medicinal, en la ruta provincial Nº 2, kilómetro 12,5, en el marco del trabajo interdisciplinario entre el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia, el LIF y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).
Perdón por las demoras
El primer agradecimiento del mandatario fue “a todo el esfuerzo hecho hasta aquí, donde el Estado se puso a recoger y trabajar a la par de lo que ya estaba hecho”; sin embargo, tuvo un párrafo especial para las madres de la causa cannnábica, esas mujeres que en otros puntos del país llegaron a estar detenidas por cultivar cannabis para la extracción de aceite para sus hijos y que recurrieron a la Justicia para poder acceder a estos tratamientos.
“Disculpas por haber demorado tanto en impulsar un proyecto científico tecnológico de estas características”, dijo el mandatario “en nombre del Estado” y admitió que “la movilización y la pasión” que mueven hoy al proyecto “partieron de escuchar a las madres”.
La ministra de Salud lo señaló como “un momento muy especial” y se mostró movilizada. “Necesitamos seguir investigando porque hay muchas afecciones en las cuales el aceite de cannabis va a funcionar bien, y hoy damos el puntapié inicial a un centro de investigación, de experimentación, de trabajo en innovación, tecnología y ciencia. Se puede hacer mucho más de lo que dice la ley, que es el tratamiento de la epilepsia refractaria en la infancia, hay muchas más afecciones que pueden ser mejoradas, paliadas, con el aceite de cannabis”, destacó.
Además, Martonaro dijo que “estos desafíos se pueden llevar adelante cuando hay decisión política, cuadros técnicos y apoyo económico” y señaló que “la orden fue generar accesibilidad en algo que pareciera que, por distintos motivos, tiene que estar en la clandestinidad”.
Madres y protagonistas
Carina Prieto, de la Asociación Civil Madres que se Plantan, de Rosario, señaló el momento como “importante” y no dejó de recordar los tiempos de lucha en “soledad absoluta” para acceder al autocultivo. “El camino es por acá, con el Estado junto con las organizaciones”, dijo durante el lanzamiento.
Natalia Mola no participó del acto, pero es una de las militantes de las causa. Desde 2016 produce aceite para su hijo, fue parte de los reclamos a la Justica y también celebró los avances y señaló que desde el momento en que ella comenzó a aprender cómo autocultivar hasta esta parte, “el escenario es otro y hay muchas más herramientas e incluso una diplomatura en la Universidad, algo impensado en su momento”.
Si bien reconoció que este proceso “es algo que venían esperando desde 2018 cuando se presentó el amparo para el autocultivo”, y que Santa Fe a diferencia de otras jurisdicciones “siempre fue una provincia que acompañó” los procesos de las familias, “actualmente estamos en un escenario que es muy diferente y muy favorable”.
Además, recalcó que “la producción por parte del Estado permite que quienes, no como yo que elijo el autocultivo, no tienen ni esa posibilidad ni ese deseo y quieren comprar directamente el aceite ya producido como cualquier otro medicamento, también puedan hacerlo”.
Convencida de que pesan “prejuicios y estigmas” sobre el cannabis, Mola recalcó: “A mí las disculpas no me hacen falta, yo hago el aceite desde 2016 y más desde que salió el amparo en 2018, pero hay familias y madres que no van a tomar solas esa decisión, por su cuenta, sin un aval del Estado y eso es importante porque hay quienes necesitan de estas medidas del Estado para creer y confiar”.
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Fuente: La Capital