Las cuatro topadoras estaban arrasando cerca de 3.000 hectáreas de bosques en cuatro fincas ubicadas entre las localidades de Añatuya y Campo Gallo. Las mismas fueron detectadas mediante imágenes satelitales y sobrevuelos en helicóptero. Los activistas de la organización ecologista se interpusieron entre las máquinas y el bosque, y luego bloquearon su funcionamiento mediante la instalación de cepos en las palancas de manejo.
“Con el implacable avance de las topadoras sobre los bosques se genera cambio climático; inundaciones; enfermedades; desalojos de campesinos e indígenas; pérdida de alimentos, maderas y medicinas; y la desaparición de especies en peligro de extinción, como el yaguareté. Santiago del Estero es la provincia con más deforestación del país, y el gobierno provincial es cómplice de la violación de la Ley de Bosques, ya que permanentemente autoriza desmontes donde no está permitido”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y del monitoreo satelital de Greenpeace, desde la aprobación de la Ley Nacional de Bosques (fines de 2007) hasta agosto este año, en Santiago del Estero se deforestaron 957.687 hectáreas, una superficie equivalente a 48 ciudades de Buenos Aires.
En el marco del amparo judicial en representación de los menos de 20 yaguaretés que los científicos estiman que sobreviven en el Gran Chaco Argentino, Greenpeace fue convocada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación para participar de una audiencia pública, a realizarse durante este año.
La organización ecologista solicita se garantice “Deforestación Cero” en los territorios del yaguareté y se implemente un Plan de Manejo que garantice la protección de la especie, como lo dispone la Ley Nacional Nº 25.463 que lo declara Monumento Natural Nacional. A su vez, se presentó una medida cautelar reclamando la suspensión de los desmontes en las cuatro provincias demandadas: Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco. (1)
“Iremos a la Corte Suprema a defender al Yaguareté y sus bosques, cada vez más amenazados por el avance de la frontera agropecuaria hacia el norte del país, fundamentalmente para la producción de ganadería y soja, que suelen exportarse a China y Europa. La grave crisis climática y de biodiversidad en la que nos encontramos nos obliga a actuar en consecuencia. No podemos seguir perdiendo bosques nativos”, señaló Giardini.
Los científicos estiman que en Argentina el territorio del yaguareté quedó recluido en los últimos dos siglos a tan solo un 5% de la superficie original. Para poder sobrevivir en la región chaqueña, cada animal necesita un mínimo de 40 mil hectáreas de bosque continuo y en buen estado de conservación.
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Fuente: Greenpeace