Por Jose Pizarro
Lawyer | Future Farm Hemp Argentina / Ristretter
Buenos Aires, 8 de noviembre (PR/22) .- Mientras que en Argentina se continúa aguardando por la reglamentación de la Ley de Cáñamo Industrial y Cannabis Medicinal Nro. 27.669, que, entre otras, crea la agencia regulatoria del sector y elimina al cáñamo industrial y al cannabis medicinal autorizado por autoridad competente del ámbito de la Ley 23.737 de Estupefacientes, Alemania avanza hacia la remoción total de la planta de la Ley de Narcóticos. República checa seguiría sus pasos y todo indicaría, que de contar con el visto bueno de la Comisión Europea al memo borrador presentado la semana pasada en Bruselas sobre los puntos clave de la iniciativa, el resto de la Unión podría seguir el mismo sendero de legalización. Recordemos que ya en diciembre del 2021 Malta aprobó una ley que despenaliza el consumo y el cultivo de esta planta, aunque con límites y el Gobierno luxemburgués aprobó en junio de 2022 un proyecto de ley que permite a los adultos cultivar hasta cuatro plantas de cannabis en sus domicilios.
Al liberar todo el cannabis, Alemania abriría el mayor mercado de la UE con más de 83 millones de los consumidores más ricos del mundo. El Ministerio de Salud alemán ha estimado que hasta cuatro millones de adultos consumen marihuana obtenida del mercado negro. Por otro lado, la industria del cáñamo ya está bien establecida en ese país con operaciones de larga data en la producción de alimentos y fibra a base de semillas, y grandes actores nacionales preparados para aprovechar un prometedor sector de CBD regulado, algo que sería muy bueno que suceda en nuestro país, pero todavía no nos decidimos si queremos ser un actor principal o secundario del mercado global.
Asimismo, este martes se están llevando a cabo las elecciones de medio término en los Estados Unidos donde 5 Estados incluyeron en su boleta, referéndums para legalizar el uso recreativo del cannabis. De aprobarse, estos Estados se sumarían a los 29, además del Distrito de Columbia – DC- que ya cuentan con ésta política en relación con la planta, y ya con más de la mitad del país a favor del uso adulto, se cree que se renovaría la presión sobre la nueva composición del congreso para aprobar alguno de los proyectos que, al igual que la intentona Alemana, eliminan totalmente a la planta del listado de sustancias controladas. A saber: los proyectos CAOA (Cannabis Administration and Oportunity Act) y MORE (Marihuana Oportunity Reinvestment and Expungement Act)
¿Por qué es tan importante eliminar a la planta en su totalidad del listado de sustancias peligrosas?
Porque por más que se autorice el consumo adulto, se regule el mercado del CBD o se incurra en una fuerte política en materia de salud a través del cannabis, las personas y empresas que quieran desarrollar la actividad de producción, industrialización o comercialización continuarán con grandes dificultades de financiamiento y comunicación entorpecidos por la fuerza regulatoria del sistema bancario federal o las leyes de compliance como la FCPA que abogan por las transparencia de las transacciones para evitar el financiamiento del terrorismo o el narcotráfico y en ese noble objetivo, se perjudica al cannabis en todas sus formas. En resumidas cuentas, la zona gris, es más negra que blanca para esas leyes.
Es vital que estas políticas sean adoptadas con decisión, contundencia y coordinación regional, pues no podemos esperar que Argentina sea un actor relevante en el mercado internacional poniendo mayores barreras a la producción que los principales mercados del mundo. Argentina tiene un gran potencial agroexportador, gran capacidad de industrialización y grandes recursos humanos, pero el Estado debe acompañarlos con las herramientas necesarias que les permitan competir con el mundo, si no, siempre seremos meros espectadores o actores secundarios.
El proyecto Alemán encuentra, desde el plano multilateral, los mismos desafíos que todos los países firmantes de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 y la Convención contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas de 1988, además, le rige la normativa comunitaria, en particular el Convenio de Aplicación de Schengen y la Decisión Marco del Consejo 2004/757/JAI que exige que todas las actividades relacionadas con el tráfico de cannabis estén tipificadas como delito y sancionadas en consecuencia en las leyes nacionales. Para ello es que el Gobierno Alemán dio a conocer la semana pasada el MEMO con los puntos claves sobre su propuesta Legislativa, para iniciar las consultas con Bruselas y Estrasburgo y evitar así chocar con los órganos supranacionales que rigen la Unión.
“Para cumplir con sus obligaciones en virtud de los tratados internacionales de drogas y la legislación de la UE, Alemania ha optado por una declaración interpretativa a los órganos de supervisión de los tratados de la ONU, refiriéndose a sus propios principios constitucionales, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal y la declaración interpretativa ya emitida sobre el tratado de 1988”, dijeron la Asociación Europea de Cáñamo Industrial -EIHA- y la Red de Cáñamo Industrial de Alemania (Nutzhanf-Netzwerk e. V. – NHN) en una declaración conjunta.
“Según el gobierno federal, el plan para legalizar el cannabis en Alemania está en línea con el propósito y los requisitos legales de las convenciones, ya que el enfoque de la reforma es la protección de la salud y los jóvenes, y no la promoción del consumo de cannabis”, dijeron los grupos de cáñamo.
Por su parte, la UE elevará, a partir del 1ro de enero de 2023, la tolerancia de THC para las variedades de cáñamo del 0.2 al 0.3% en línea a lo propuesto en la iniciativa del gobierno alemán. Este mayor porcentaje de THC para las variedades del Cáñamo en la elaboración de productos derivados es un reclamo de los sectores empresarios en todos los mercados, de hecho, en Estados Unidos el proyecto COAO propone elevar la tolerancia del componente psicoactivo del actual 0.3 al 0.7% y los productores reclaman que debiera ser de 1% ese límite, aunque se muestran muy satisfechos con el 0.7% propuesto.
La eliminación del cannabis, en todas las formas, de la calificación de estupefaciente en Alemania contribuirá, sin duda alguna, a poner fin a la estigmatización del cáñamo y supondrá un gran apoyo a la reforma de la política del cannabis y cáñamo comercial a nivel europeo. Por eso, en Argentina deberíamos plantearnos ¿Qué queremos? y ¿Cómo lo vamos a lograr?
Observando el comportamiento Alemán que intenta ser el mascarón de proa en el debate por sus compromisos internacionales, añorando ser el leading case para una nueva ola legalizadora en Europa, y una fiel muestra de liderazgo y contundencia decisoria que tarde o temprano el mercado siempre compensa, Argentina y el Mercosur deberían optar por caminos similares, pues sólo de esa forma podremos competir de igual a igual con las grandes potencias. A los tibios, sólo les espera más zona gris por transitar, zona gris, que suele ser más negra que blanca.
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Fuente: in