Roma, 5 diciembre (PR/22) – Alemania ha concedido EUR 30 millones al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA) con el objetivo de ayudar a las comunidades pobres de las zonas rurales a lidiar con los efectos de la crisis alimentaria, energética y de fertilizantes sufrida a escala mundial. La financiación de Alemania se canalizará como ayuda inmediata a través de los programas que ya está ejecutando el FIDA en los países más afectados por los efectos derivados de las múltiples crisis.
Las personas pobres del medio rural de los países en desarrollo siguen siendo uno de los colectivos más perjudicados por los múltiples efectos de la pandemia de COVID-19, los fenómenos meteorológicos extremos asociados a la crisis climática y la guerra de Ucrania. Los productores en pequeña escala, que son responsables de la producción de un tercio de los alimentos de todo el mundo, destinan, en algunos casos, hasta el 70 % de sus ingresos a comprar alimentos para sus familias. Ante el aumento en los precios de los alimentos, el combustible y los fertilizantes, su capacidad de producir alimentos y alimentar a sus familias y comunidades corre peligro.
Puesta en marcha el pasado mes de mayo y concebida para atender las necesidades urgentes causadas por la crisis, la Iniciativa del FIDA para Hacer Frente a la Crisis tiene por objeto garantizar que los productores en pequeña escala de los países en situación de alto riesgo puedan seguir produciendo alimentos. Además, la iniciativa pretende proteger aquellos avances estructurales alcanzados durante los últimos años en zonas rurales en los países de ingreso bajo y mediano gracias al programa de préstamos y donaciones del FIDA.
“Alemania ha reaccionado inmediatamente a la guerra de agresión puesta en marcha por Rusia contra Ucrania, y a las devastadoras consecuencias que está teniendo en la seguridad alimentaria de todo el mundo. Como presidente de turno del G7, hemos puesto en marcha la Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria y seguimos colaborando con nuestros socios internacionales para ayudar a los países más afectados a reducir su dependencia de la importación de alimentos y aumentar su resiliencia”, declaró Svenja Schulze, Ministra de Cooperación Económica y Desarrollo del Gobierno Federal de Alemania.
“El FIDA está preparado para brindar asistencia urgente a los productores en pequeña escala, para que puedan mantener sus actividades económicas y no se vean obligados a adoptar medidas extremas para lidiar con la situación, como saltarse comidas o verse forzados a migrar. De ese modo, ayudamos a las familias y comunidades pobres, y apuntalamos la estabilidad geopolítica mundial mientras capeamos esta tormenta perfecta generada por la simultaneidad de múltiples crisis”, ha afirmado Álvaro Lario, Presidente del FIDA.
Sobre la base de la reciente experiencia del FIDA en la respuesta a la COVID-19, la iniciativa está dirigida a asegurar que los pequeños productores tengan acceso a insumos agrícolas básicos, combustible y fertilizantes; a financiación para cubrir sus necesidades inmediatas; y a los mercados y la información conexa. Al invertir en infraestructura en pequeña escala, el apoyo del FIDA también está contribuyendo a reducir las pérdidas posteriores a la cosecha.
En mayo, el FIDA instó a sus Estados Miembros a que contribuyeran al importante volumen de recursos necesarios para atender a los 22 países a los que se ha dado prioridad en el marco de la iniciativa, por cuenta de sus necesidades. Los Países Bajos fueron el primer Estado Miembro en anunciar su apoyo a través de una contribución de EUR 10 millones con ocasión de la puesta en marcha de la respuesta a la crisis. Más tarde, Irlanda aportó EUR 1 millón y los Estados Unidos de América prometieron una contribución por valor de USD 10 millones.
Con esta nueva contribución aportada por Alemania, el FIDA ha recaudado más de US$ 50 millones con los que dar apoyo a 15 de los 22 países prioritarios. La movilización de fondos continúa con el objetivo de llegar a los US$ 100 millones que permita dar apoyo a los 22 países identificados como prioritarios, así como otros países que necesiten asistencia urgente.
Los fondos aportados por Alemania permiten que el FIDA preste apoyo a aproximadamente nueve de los países más afectados, como Burundi, el Chad, Etiopía, Haití, Madagascar, Malawi, Mozambique, el Níger, la República Centroafricana y el Yemen.
Desde la creación del FIDA en 1977, Alemania ha contribuido con un total de USD 711 millones en concepto de financiación básica a la labor del FIDA en lo que respecta al clima, la igualdad de género, la seguridad alimentaria y nutricional y la creación de sistemas alimentarios sostenibles y equitativos. Asimismo, Alemania ha concedido préstamos por un valor total de EUR 800 millones a través del KfW, el banco público de desarrollo del país. Con sus últimas contribuciones, Alemania ha brindado un total de EUR 167 millones en concepto de fondos suplementarios para respaldar la creación de cadenas de valor sostenibles e inclusivas, la adaptación al cambio climático y el empleo juvenil.
El FIDA está coordinando su respuesta a la crisis con otras iniciativas puestas en marcha recientemente, como la iniciativa Misión de Resiliencia Alimentaria y Agrícola (FARM) y la Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria del G7.
El FIDA invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, les ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado más de USD 23 200 millones para donaciones y préstamos a bajo interés para financiar proyectos que se estima que han beneficiado a 518 millones de personas. El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura.
Primicias Rurales
Fuente: FIDA