Rosario, Santa Fe, 5 diciembre (PR/22) — En nuestra región, mientras que en Brasil todo va viento en popa para cosechas récord de maíz y soja, Argentina se enfrenta a una situación seca que preocupa. ¿Las lluvias se cortarán en enero? “Esa es la gran pregunta que el mercado se hará en los próximos meses y que mantendrá los valores a la suba”, considera el profesor e investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Dante Romano.
La siembra de soja sigue muy atrasada: con sólo 29% implantado, el retraso es de un 17% por detrás del promedio histórico. Mientras que en la zona núcleo los atrasos están en torno al 30% del año anterior.
“La seca sigue y las lluvias que van llegando son muy parciales. En este marco, las proyecciones en torno a 48 mill.tt. parecen muy optimistas. Si bien es muy temprano para poder hablar de pérdidas, la Bolsa de Comercio de Rosario ensayó algunos escenarios: 41 mill.tt. en un escenario realista y 32 en uno pesimista”, profundiza Romano.
“Teniendo presente el aumento de producción de Brasil y una demanda más tranquila, veríamos en un escenario realista un impacto menor en precios internacionales, pero si fuéramos a una merma como la pesimista podríamos ver un gran salto en precios. Lo cierto es que independientemente del número final, todo esto se definirá con las lluvias de enero, viendo cuando reaparecen las precipitaciones que hoy se ven escasas”, agrega.
En el mercado internacional la demanda se muestra débil tanto para maíz como para soja, mientras que en trigo hay una gran oferta del mar negro. Sumando esto a la situación de los encierros por el COVID en China, las subas de tasas, y la volatilidad de las monedas, el mercado está algo pesado. Se suma ahora la discusión por el mandato de BIODIESEL en EEUU. La EPA está proponiendo una meta menor, lo que presionó a la baja los aceites.
A todo lo anterior se suma la dinámica local de la nueva edición del dólar soja. Si bien la meta ahora es menor (3.000 millones vs 5.000 millones de dólares de liquidación en septiembre), el profesor de la Universidad Austral nota al mercado “más pesado” en generar ventas. “En la primera semana se operaron unas 1,7 mill.tt. y -con menos días hábiles en el medio- . Los productores están más vendidos, más líquidos, y temerosos por la sequía. Esto nos hace pensar en que los valores de 85.000 pesos actuales deberían aproximarse más a los 90.000 que buscan los vendedores”.
“Un cambio diametral es que, además de pesificar los negocios durante diciembre a 230 $/tt, la industria vuelve a tener un diferencial arancelario, que implica una capacidad teórica de pago 20 USD/tt por encima de la anterior. En lo reglamentario, las diferencias contra la versión de septiembre es que ahora las entregas de físico deben ser durante septiembre. En la versión anterior no se decía nada y mucho volumen se realizó con entrega diferida. Por otro lado, se menciona que con la recaudación extra se subsidiarán economías regionales y cadenas de valor locales que utilizan soja como insumo, pero sin mayores precisiones”, explica Romano sobre esta nueva edición.
“Los volúmenes operados fueron aproximadamente la mitad que en el dólar soja anterior, y la sensación es que la oferta es menor, y podríamos ver un camino inverso: menos negocios a medida que pasen los días, con precios en alza”, manifiesta.
Primicias Rurales
Fuente: Universidad Austral