Buenos Aires, 2 de Enero (PR/23) .- El fenómeno climático de La Niña, caracterizado por una reducción en la caída de agua respecto al promedio histórico, ingresaría en una “etapa de transición” en el primer trimestre de 2023 hasta alcanzar “condiciones neutrales” y la normalización del régimen de lluvias en el Cono Sur, coincidieron entidades y especialistas consultados por Télam.

De esta manera, a finales del primer trimestre podría darse el final de este fenómeno, que tuvo tres etapas consecutivas sobre la región provocando períodos secos, el cual el más grave se dio en el último semestre de 2022.

“Según la información de distintos modelos internacionales que siguen este fenómeno, vamos a entrar a un trimestre de transición”, indicó la licenciada en Ciencias de la Atmósfera del Instituto de Clima y Agua de INTA Castelar, Natalia Gattinoni.

En diálogo con Télam, sostuvo que “por lo pronto hay 50% de posibilidades de pasar a condiciones neutrales. Nos seguirán acompañando las condiciones frías del océano, y si bien se detectaron señales de debilitamiento, los pronósticos indican una transición durante este trimestre a una situación neutral”.

En ese sentido, Gattinoni explicó que el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad de la Universidad de Columbia (IRI, por sus siglas en inglés), “le asigna un 60% de posibilidades de transitar una fase neutral en lo que queda del verano y del 80% a abril”.

La sequía que afecta a casi 165 millones de hectáreas en el país y que, dependiendo de las zonas, comenzó a mediados de abril, golpeó de manera especial al trigo, cuya cosecha caerá 50% o unas 10 millones de toneladas respecto a lo obtenido el año pasado.

Según la última estimación de la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca, la producción del cereal se ubicará en 13,3 millones de toneladas, mientras que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) espera una trilla de 11,5 millones de toneladas.

También impactó en la ganadería vacuna, con 20 millones de cabezas afectadas y en la siembra de granos gruesos, con retrasos en torno a los 10 puntos porcentuales en la implantación de soja y maíz respecto a la campaña anterior por falta de humedad en los suelos.

Es por eso que, más allá del alivio que pueda representar para estos cultivos la normalización del régimen de precipitaciones en el primer trimestre de 2023, las lluvias que se puedan dar en los próximos 15 días son de suma importancia.

Según marcó Gattinoni, “en el corto plazo se esperan lluvias para el domingo 1° de enero y del 5 al 13 de enero podría haber nuevas precipitaciones sobre el oeste del país, en el este de la región pampeana y en el NEA”.

Por su parte, el analista del Departamento de Información Agronómica y especialista en agrometeorología de la Bolsa de Cereales de Córdoba (Bccba), Tomás Kember, señaló que existe la “probabilidad en un 60% de que La Niña pase a una fase neutral, con una temperatura del océano más normal”.

Según explicó, “las condiciones que genera a La Niña es el agua del océano (Pacífico) más fría, lo que deriva en que haya menos humedad y menos lluvias. Se empieza a una transición de La Niña a neutral en el primer trimestre y para finales de invierno está la posibilidad de estar transitando un El Niño”, fenómeno que significan mayores precipitaciones a las promedio para esa época del año.

Nos obstante, sostuvo que esa situación se podrá constatar “más adelante, con la actualización de los pronósticos”.

Por su parte, un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que “después de más de dos años de afectar negativamente el funcionamiento del sistema climático, el fenómeno de “La Niña” está dando muestras de haber entrado en su proceso de disipación”.

El trabajo publicado por el entidad bursátil sostuvo que “el sistema climático evoluciona positivamente, alejando de una tercera La Niña consecutiva, pero la transición será lenta y mostrará perturbaciones hasta mediados del verano 2023”.

Así, en el corto plazo “esta tendencia favorece un mejor transporte de humedad desde la Amazonia y el Océano Atlántico hacia el interior del Cono Sur, favoreciendo la reactivación de las lluvias y la moderación de las temperaturas”.

En el mediano y largo plazo, el cambio operado “aleja el riesgo de un tercer episodio consecutivo de “La Niña”, a la vez que fortalece la transición hacia un estado “Neutral”, con posibilidad que, hacia mediados de 2023, se inicie un evento de “El Niño”, que beneficiaría a la campaña 2023/2024, apuntó la BCBA.

No obstante, “como era de esperarse, el proceso de transición es lento, de manera que las perturbaciones negativas continuarán hasta mediados del verano 2023, haciendo necesarios una planificación prudente, un manejo riguroso y un uso racional de la tecnología disponible”, advirtió la entidad.

 

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Fuente: Télam – La Chacra