Bridgetown, Barbados, 7 (PR/23)  — Los sistemas agroalimentarios juegan un papel clave para frenar la propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) está plenamente comprometida en hacer frente a lo que la ONU considera una de las 10 principales amenazas para la salud mundial, aseguró hoy el Director General de la FAO, QU Dongyu, en la sexta reunión del Grupo de Líderes Mundiales (GLG) sobre Resistencia a los Antimicrobianos.

La reunión en Bridgetown, Barbados, fue la primera ocasión en la que los miembros del GLG, compuesto por líderes mundiales y expertos, pudieron reunirse en persona debido a la pandemia del COVID-19. El encuentro, de la que fue anfitriona la Primera Ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, trató temas cruciales sobre la resistencia a los antimicrobianos, como la financiación, la investigación y el desarrollo, la vigilancia integrada, el papel del sector privado, la resistencia a los antimicrobianos y el medio ambiente y el impulso de la acción política para hacer frente a la resistencia a los antimicrobianos.

“La FAO está plenamente comprometida a trabajar con sus socios para crear sistemas agroalimentarios más eficientes, más inclusivos, más resistentes y más sostenibles para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos”, afirmó el Director General. Esta transformación de los sistemas agroalimentarios puede desarrollarse de mejor manera gracias a la inclusión de la resistencia a los antimicrobianos en el Fondo Pandémico, añadió.

El Director General subrayó la importancia del enfoque “Una salud” para reducir el uso de antimicrobianos en el sector agroalimentario. Este es un enfoque integrado y unificador que pretende equilibrar y optimizar de forma sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, reconociendo que están estrechamente vinculados y son interdependientes.

Actualmente la FAO está preparando una iniciativa mundial a 10 años para reducir la necesidad de antimicrobianos en los sistemas agroalimentarios. Además, la organización ha desarrollado la primera versión de la plataforma informática internacional para el seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos, que tiene como objetivo abordar la falta de información existente de esta materia en los sistemas agroalimentarios.

La FAO también alberga la Plataforma de asociación de múltiples partes interesadas en la resistencia a los antimicrobianos, un mecanismo para promover la colaboración entre una amplia gama de partes interesadas a todos los niveles en todo el espectro de “Una salud”.

En su intervención, el Director General invitó a los presentes a participar del momento de realización del balance de los sistemas alimentarios”, que se realizará del 24 al 26 de julio en la sede de la FAO en Roma, en el que se debatirá sobre la resistencia a los antimicrobianos.

La RAM se produce cuando microorganismos como bacterias, virus, parásitos u hongos se hacen resistentes a tratamientos antimicrobianos a los que antes eran susceptibles.

El creciente uso y abuso de antimicrobianos y otros factores de estrés microbiano (por ejemplo, la presencia de metales pesados y otros contaminantes) crean condiciones favorables para que los microorganismos desarrollen resistencia.

Esto, a su vez, plantea graves amenazas para la salud humana, animal, vegetal y medioambiental, la inocuidad de los alimentos, la seguridad alimentaria y la prevención, preparación y respuesta ante pandemias.

La RAM afecta de manera desproporcionada a los países de renta baja y media y contribuye a casi cinco millones de muertes al año, según el informe Global Research on Antimicrobial Resistance. El Banco Mundial calcula que, en la próxima década, la RAM podría provocar un déficit del PIB de al menos 3,4 billones de dólares anuales, y que otros 24 millones de personas se verían abocadas a la pobreza extrema en 2030 si no se toman hoy medidas contra la RAM.

 

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Fuente: FAO