En el norte de Córdoba con poca infraestructura productiva un grupo de cabriteros tienen pequeños rodeos de cabras, destinadas a producción de carne. Ahora, y a partir de un manejo apropiado producen leche de alto valor y muy saludable.

Buenos Aires, 31 de marzo (PR/23) .- Willy Hintermeister es un técnico en lechería uruguayo que reside desde hace varias décadas en Villa María y dedicó una buena parte de sus esfuerzos en asesorar sobre agregado de valor en alimentos y eso lo llevó a peregrinar en diversas regiones llevando proyectos y pensando soluciones. Hace poco más de una década La Primera lo contrató para agregarle valor a la leche de cabra que recolectaba entre decenas de productores y que luego se enfriaba para su posterior transformación.

A partir de ello la leche enfriada se envía a diferentes plantas lácteas dónde se procesa bajo normas y control de La Primera que posterior la fracciona en su propia sala en envase de aluminio y gas inerte. “Hoy, estamos procesando más de 100 mil litros en la temporada y comenzamos en el día de hoy con leche estéril UHT en cartón de un litro. El futuro es lograr abastecer nuestro país, para comenzar a exportar, a su vez seguiremos incorporando más productores de la cuenca”.

La leche es originada y remitida por decenas de productores del norte cordobés; y acopiada en una planta de La Primera, ubicada en Santo Domingo (Depto Cruz del Eje), y aquí reside un valor adicional del proyecto: promover desarrollo en una región muy poco asistida en su desarrollo.

A partir de esto unos trescientos productores dedicados a la cría del cabrito ahora tienen una opción más, con ordeño manual y pasturas sin aporte químico.

En el año 2011, luego de experimentar una creciente demanda del producto, en la láctea de Villa Allende optaron por construir un nuevo galpón de 300m2 para acopio, con capacidad de enfriamiento de 17.000 litros diarios y totalmente ajustados a las normativas del Senasa. Ocho años después y con miles de litros de leche vendida se comenzó a producir leche de cabra larga vida en envases, siendo pioneros en lanzar un producto de estas características.

El producto, es ideal por las propiedades que aportan sus proteínas, vitaminas, sales minerales y ácidos grasos; además, es indicada para casos de anemia por sus importantes niveles de hierro y cuenta con cualidades hipoalergénicas. Esta leche se comercializa en envase Tetra Brik Aseptic Slim, el cual, gracias a sus capas de protección y a la tecnología de ultra pasteurización de Tetra Pak, es posible que la leche ya venga lista para tomar, no requiera refrigeración y mantenga todos sus beneficios nutricionales sin añadir conservantes. Su formato en porción de 200 ml la hace ideal para ser consumida en cualquier lugar y ocasión.

Pasteurización y uperización

Tanto la pasteurización como la uperización son tratamientos de esterilización que sirven para aumentar la vida útil de la leche, y además se combaten los microorganismos patógenos que puede habitar en ella y causarle perjuicio al consumidor. Ambos métodos consisten en calentar la leche durante un periodo de tiempo determinado para después enfriarla y envasarla. No obstante, presentan diferencias tanto en los tiempos de calentado como en los cambios organolépticos y nutricionales.

La diferencia está en la caducidad del producto, pues la pasteurización suele otorgar días de conservación, mientras que la ultrapasteurización asegura meses, bajo los cuidados y ambientes adecuados.

“Esta tecnología y empaque constituye un avance muy importante para los consumidores especiales pues por su manejo esta leche mantiene sus propiedades y es un sustituto de la leche materna”, cuenta Willy Hintermeister y cierra diciendo que hay prometedoras perspectivas de crecimiento de la producción y demanda desde el exterior de este noble producto.

Por Osvaldo iachetta / Redacción TodoAgro

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