Se trata de tierras en Guadalupe Norte, donde vive la comunidad beneficiada. Según destacó el obispo Ángel Macín, esto es parte de un acto de reparación histórica hacia los pueblos originarios.
Reconquista, Santa Fe, 16 agosto (PR/23) — El obispado de Reconquista entregó tierras a la comunidad Pignik, en la localidad de Guadalupe Norte, como parte de la voluntad del gobierno pastoral diocesano de un camino de reparación histórica respecto de los pueblos originarios.
El acto de firma de las escrituras de las tierras, en las cuales actualmente vive esa comunidad, se realizó el martes 15 de agosto, en las instalaciones de la curia diocesana.
La rúbrica de los documentos se realizó ante la presencia de la escribana Nilda Natalia Guedez; del obispo de Reconquista, monseñor Ángel José Macín; del referente de la comunidad aborigen Pignik, Orlando Sánchez; y de otros miembros de esa comunidad y decolaboradores de Cáritas Diocesana y Pastoral Aborigen.
La escribana Guedez dio lectura al acta de viva voz, explicando cuál era la finalidad y los alcances del acto, como también de las diferentes instancias por las cuales se ha tenido que atravesar para que finalmente la titularidad de esas tierras pasara del obispado de Reconquista a la comunidad Pignik.
Por su parte, monseñor Macín explicó cómo fue el procedimiento por el cual se adquirió específicamente esa parcela, indicando que es resultado del aporte de fondos de Cáritas, como también de diversos fieles, marcando el camino pretendido por la Iglesia en la diócesis, en lo referente al reconocimiento y a la reparación histórica para con las comunidades preexistentes.
Durante el acto, se anunció también la voluntad de instrumentar un fondo para donaciones y así poder continuar este ciclo, que se definió como “virtuoso”, y a sabiendas de que aún existen comunidades que no son poseedoras de sus tierras.
Asimismo, se recordó que éste es “un derecho reconocido por el Estado Argentino, en su Carta Magna, y que, sin ánimos de polemizar, lo que se busca desde la Iglesia es actuar, y poder así llegar a que la mayor parte de esas comunidades puedan regularizar su situación”.
El referente de la comunidad Pignik destacó, por su parte, el significado de este momento “histórico”, indicando que ellos siempre “han estado esperando y trabajando para poder llegar a esta instancia, a obtener la titularidad del territorio, ya que en general, a muchos les cuesta entender los derechos que tienen como pueblos aborígenes”.
También agradeció la labor mancomunada de los distintos actores en este camino recorrido, por el trabajo humano y de hermandad para con ellos, y a quienes los acompañan en esta difícil tarea.
Sánchez explicó que el nombre Pignik que lleva esa comunidad hace referencia al árbol Ñandubay, que significa madera dura, como referencia a “la resistencia, fidelidad y nobleza por las que esta comunidad se caracteriza”.
Para finalizar, monseñor Macín agradeció a los presentes, invitando a continuar en esta senda para poder llegar a cumplir con el objetivo planteado, y acordó con las personas de la comunidad seguir con el diálogo intercultural y realizar una ceremonia interreligiosa en esos terrenos, cuando se haga entrega de las escrituras porque, dijo: “Es Dios el que inicia y lleva a término nuestros proyectos”.
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Fuente: Agencia AICA