Buenos Aires, 29 agosto (PR/23) — Cuando bebemos un vaso de agua, escribimos en un cuaderno, tomamos algún medicamento, construimos una casa o nos sentamos en un mueble de madera, estamos utilizando algún derivado que nació en el bosque.
Cada árbol plantado cumple una función determinada. No sólo brindan aire puro, sombra y refugio, alimentos y energía, sino que tienen un enorme poder para reducir el estrés y la ansiedad y son claves para combatir el cambio climático.
El 29 de agosto es el día del árbol y por eso hablamos de su relación con la salud, y de la necesidad de conocer todos sus beneficios y de aunar esfuerzos para contar cada vez con más árboles y más bosques.
Lamentablemente, pese a sus increíbles beneficios ecológicos, económicos y sociales, los bosques se encuentran amenazados por incendios, sequías, plagas y una deforestación sin precedentes. Este año se hizo un llamado a cuidar de los bosques y no únicamente beneficiarnos de ellos. Solo a través de bosques sanos conseguiremos tener poblaciones sanas. Contribuyen significativamente al beneficio de las generaciones presentes y futuras y ejercen un papel fundamental en la erradicación de la pobreza, además de ayudar con múltiples metas contempladas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los bosques del continente
Los bosques de América Latina juegan un papel importante en el desarrollo de sus pueblos, en la conservación de la biodiversidad y en el mantenimiento del clima. Alrededor del 22% de los bosques del mundo se ubican en América Latina y el Caribe. En América del Sur se encuentra el mayor bloque de bosques tropicales, en la cuenca amazónica, la cual comprende una enorme diversidad de especies, hábitats y ecosistemas.
Si hablamos de su potencial económico es trascendente destacar que Argentina tiene actualmente un patrimonio de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, un 55% de ellas certificadas con sellos por gestión sostenible reconocidos internacionalmente.
La foresto-industria de Argentina se provee en un 95% de madera proveniente de dichas plantaciones, lo que quita la presión a los bosques nativos para ser utilizados como materia prima. El agregado de valor incluye la producción de celulosa y papel, madera y tableros para viviendas y muebles, energía eléctrica y térmica, y diversos productos químicos.
Con 13.000 productores forestales y más de 6.000 empresas, la foresto- industria emplea en forma directa y formalmente a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 700 millones de dólares anuales.
Por todos estos beneficios es que los bosques nos interpelan y nos convocan a pensar en ellos y en preservarlos.
Más bosques y más salud para todos. Más Campo en tu vida.
Primicias Rurales
Fuente: Agrocultura