Así lo afirma un reciente informe del área de Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio. ¿Cuándo podrían producirse nuevas precipitaciones?

Rosario, 6 octubre (PR/23) — La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) emitió recientemente un informe que pone de manifiesto la crítica situación que enfrenta el trigo. Según el documento, la falta de lluvias ha llevado a que aproximadamente la mitad de las hectáreas sembradas se encuentren en condiciones regulares o malas, con rindes que se estiman entre 5 y 15 quintales por hectárea en las áreas más afectadas.

Las cifras marcan que 400.000 hectáreas están catalogadas como regulares y 100,000 como malas, lo que representa un aumento del 7% con respecto a la semana anterior. Las regiones más golpeadas se encuentran en el centro-sur de Santa Fe y en Carlos Pellegrini, donde incluso un 10% de los lotes ya se ha dado por perdido, y los agricultores están utilizando el trigo como forraje.

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La situación se agrava a medida que avanza la etapa crítica de desarrollo del cultivo, con estimaciones de rindes que varían desde apenas 5 quintales por hectárea hasta 20 quintales en algunos casos. Incluso en áreas que han recibido algunas lluvias beneficiosas, como el sur santafesino y el noreste de Buenos Aires, los agricultores dependen cada vez más de futuras precipitaciones para mantener sus expectativas de rendimiento.

La incertidumbre también afecta a la siembra de maíz temprano, con solo un 10% de avance en la última semana debido a la falta de humedad en los suelos. Aún quedan por sembrar unas 540.000 hectáreas, y el límite para hacerlo de manera efectiva se acerca rápidamente, con mediados de octubre como fecha límite. En algunas regiones, como el centro-sur santafesino, las labores se han reducido en un 5% debido a la sequía en los perfiles del suelo.

Los productores enfrentan decisiones difíciles en cuanto a la redefinición de sus cultivos, ya que la falta de lluvias amenaza tanto al trigo como al maíz. Además, la compra de semillas sin eventos específicos para controlar plagas como las orugas representa un desafío adicional en fechas tardías. A medida que la temporada de siembra avanza, la tendencia de pasar de cultivos de invierno a cultivos de verano, como la soja, se vuelve más evidente en algunas áreas.

La esperanza de más lluvias sigue presente en la región, ya que se esperan chaparrones para el viernes y posibles lluvias débiles para el martes 10. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y los agricultores están ansiosos por la llegada de precipitaciones que puedan salvar sus cosechas y aliviar la crítica situación en la que se encuentran.

Primicias Rurales

Fuente: BCR