Roma, 7 noviembre (PR/23)– Ante la intensificación de la crisis climática y la búsqueda de soluciones sostenibles a escala mundial, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), junto con sus asociados, la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) y la Fundación Packard, una organización filantrópica privada, han anunciado hoy quiénes serán los receptores de las donaciones del Fondo de Apoyo a los Pueblos Indígenas (IPAF).
Estas donaciones aportan recursos esenciales para impulsar las iniciativas de los Pueblos Indígenas centradas en la conservación y la gestión sostenibles de la biodiversidad y para aumentar su resiliencia y capacidad de adaptación al cambio climático, sobre todo teniendo en cuenta que son uno de los colectivos más afectados por sus efectos.
Se han seleccionado beneficiarios de 42 países de África, Asia y el Pacífico y América Latina y el Caribe, que representan a 53 grupos de Pueblos Indígenas. Las actividades se desarrollarán entre 2023 y 2026 con el apoyo de los asociados en la ejecución del IPAF que trabajan en el terreno: el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), la organización Samburu Women Trust (SWT) y Tebtebba, que es el nombre que recibe el Centro Internacional de los Pueblos Indígenas para la Investigación sobre Políticas y la Educación.
“El apoyo que brindamos refleja nuestro reconocimiento y defensa de la función esencial que desempeñan los Pueblos Indígenas en la conservación de la biodiversidad y la adaptación a la nueva realidad climática gracias a sus conocimientos únicos”, afirmó la Dra. Jyotsna Puri, Vicepresidenta encargada del Departamento de Estrategia y Conocimientos del FIDA.
Ajabe Anko, una mujer de la tribu Gamo que participó en un proyecto apoyado por el FIDA en Etiopía. ©FIDA/Petterik Wiggers.
“En este día, la ASDI se siente orgullosa de apoyar al IPAF y contribuir a las iniciativas de desarrollo impulsadas por los propios Pueblos Indígenas, y tenemos sumo interés en aprender de las soluciones innovadoras que han presentado en el marco de la sexta convocatoria de propuestas para hacer frente a desafíos como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Las personas jóvenes y las mujeres Indígenas ocupan un lugar central en estos proyectos, y reconocemos y celebramos su capacidad para actuar”, dijo True Schedvin, Jefa de la Unidad de Desarrollo Económico Sostenible a Escala Mundial de la ASDI. “Invitamos a los donantes a formar parte de esta asociación de larga data”, añadió.
“Las comunidades Indígenas han utilizado sus conocimientos tradicionales para garantizar la soberanía alimentaria, aumentar sus capacidades y hacer frente al cambio climático con estas propuestas”, declaró Margarita Antonio, Coordinadora del Fondo Ayni del FIMI.
Gracias al IPAF, mecanismo financiero diseñado específicamente para prestar apoyo a estas comunidades, los beneficiarios recibirán entre 50 000 y 70 000 dólares de los Estados Unidos para financiar sus propios proyectos y soluciones a los desafíos que afrontan, lo que fomentará el desarrollo impulsado por las propias comunidades. Además de los recursos financieros, el IPAF ofrece asistencia técnica y actividades de creación de capacidades para adoptar las soluciones diseñadas y aplicadas por los Pueblos Indígenas.
Estos son algunos de los países beneficiarios:
Bangladesh: El objetivo de la organización Zabarang Kalyan Samity es garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de al menos 1 170 hogares de la comunidad tripura en las colinas del distrito de Khagrachari. Los Pueblos Indígenas y sus instituciones evaluarán sus conocimientos y prácticas tradicionales y adquirirán competencias y conocimientos nuevos en cursos de formación para reforzar su identidad. El objetivo es restaurar sistemas alimentarios sostenibles y resilientes, aplicar las mejores prácticas en la conservación de la biodiversidad y velar por la gestión sostenible de los recursos naturales.
Colombia: El pueblo kankuamo se dedica a preservar los ecosistemas de la Sierra Nevada de Santa Marta, de los que son una parte esencial. Su plan consiste en combinar las prácticas ancestrales con el uso de tecnologías modernas para contribuir a la conservación de la biodiversidad, el seguimiento y la gestión de la zona. A fin de optimizar el uso de la tierra y evitar la ampliación de la superficie dedicada a la producción agrícola, los kankuamos aumentarán la productividad de las actuales zonas productivas al máximo, para lo que utilizarán semillas tradicionales a fin de fomentar la producción autosuficiente de alimentos e impulsar los sistemas de producción agroalimentarios.
Etiopía: El pueblo gamo está comprometido con la conservación del ensete, una especie marginada conocida como “bananero de Etiopía”, que contribuye a la seguridad alimentaria de unos 15 millones de etíopes. Al intercalar su cultivo con el de hortalizas y especias, este pueblo busca reforzar la biodiversidad en sus territorios. Gracias al IPAF, aplicarán estrategias de adaptación al clima que están en sintonía con sus valores culturales, tradiciones y estilo de vida.
“Estos proyectos son ejemplos de la resiliencia, sabiduría y dedicación de las comunidades Indígenas para hacer frente al cambio climático. Nos sentimos muy complacidos por apoyar a estas comunidades, y aprender de ellas, mientras siguen abriendo camino hacia el logro de la resiliencia climática”, dijo Puri.
Más de 476 millones de personas de 90 países se definen a sí mismas como Personas Indígenas. No obstante, aunque apenas suponen el 6 % de la población mundial, representan el 18 % de las personas más pobres del mundo. De esa cifra, 7 de cada 10 son de la región de Asia y el Pacífico.
A pesar de que poseen conocimientos tradicionales de incalculable valor, tanto en lo que respecta a la adaptación al cambio climático como en lo referido a la mitigación de sus efectos, los Pueblos Indígenas siguen teniendo una representación insuficiente en los procesos de formulación de políticas ambientales a distintos niveles.
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Fuente: IFAD