El periodo entre noviembre de 2022 y octubre de 2023 ha estado 1,32 ºC por encima del clima preindustrial, según un análisis de Climate Central. España es el país de Europa donde el cambio climático ha influido más en el aumento de las temperaturas.
Buenos Aires, 9 de noviembre (PR/23) .- Si tuviésemos que enumerar todos los récords de temperatura que hemos alcanzado en el último año, la lista sería muy larga. La de los impactos, tanto económicos como humanos, también. Queda poco para acabar 2023 y todas las predicciones apuntan a que este año será el más caluroso jamás registrado. Basta con echar la vista atrás para certificarlo: los últimos 12 meses ya han sido los más calurosos desde que se tienen registros.
En concreto, el periodo entre noviembre de 2022 y octubre de 2023 ha estado 1,32 ºC por encima del clima preindustrial, según un análisis publicado este jueves por Climate Central, una organización científica y periodística. Supone cifra ínfima cuando se compara con esta otra: 125.000, la cantidad de años en los que es probable que no hayamos vivido unos 12 meses tan calurosos como los últimos doce.
«Este récord es exactamente lo que esperamos de un clima global alimentado por la contaminación por carbono», asegura Andrew Pershing, vicepresidente científico de Climate Central. «No solo es el periodo más caluroso, sino que es el inicio de una racha de periodos de 12 meses que acabarán siendo aún más calurosos«, advierte también el investigador Karsten Haustein, de la Universidad de Leipzig, en Alemania.
El estudio examina las temperaturas medias diarias y las olas de calor e incluye de 175 países, 154 estados o provincias y 920 grandes ciudades mediante el Índice de Cambio Climático (CSI, por sus siglas en inglés), el sistema de atribución de temperaturas locales diarias del organismo. Concluye, de esta manera, que, en 170 países, las temperaturas medias superaron las normales de los últimos 30 años, exponiendo a 7.800 millones de personas –99% de la humanidad–, a un calor superior a la media. Según el nivel de CSI en estas regiones, el cambio climático hizo que esas temperaturas fueran al menos tres veces más probables.
España tiene un índice 1,4, lo que significa que el cambio climático hizo en torno a 1,5 veces más probable el incremento de los termómetros, siendo el país europeo donde el cambio climático ha incidido más en las altas temperaturas. La última prueba de ello la vivimos en octubre, cuando se alcanzaron por primera vez los 38 ºC en la España peninsular (y Baleares) en este mes del año, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Solo Islandia y Lesoto registraron temperaturas inferiores a las normales. En cambio, Jamaica registró el Índice medio más alto a nivel mundial: 4,5. “Esto significa que el cambio climático tuvo un impacto extraordinario en las temperaturas: en un día normal, una persona en Jamaica experimentó temperaturas cuatro veces más probables debido al cambio climático”. Otros dos países, Guatemala (4,4) y Ruanda (4,1), también registraron valores medios de CSI superiores a 4 en 12 meses.
“Nuestros resultados confirman que las cargas climáticas son desiguales y emergentes en todo el mundo. Los países menos desarrollados y las pequeñas naciones insulares estaban más expuestos al calor provocado por el clima”, afirma el informe. Pero, “aunque los impactos climáticos son más agudos en los países en desarrollo cercanos al ecuador, ver rachas de calor extremo alimentadas por el clima en Estados Unidos, India, Japón y Europa subraya que nadie está a salvo del cambio climático”, continúa Pershing.
Asimismo, el 90% de la población ―7.300 millones de personas― experimentó al menos diez días de altas temperaturas que el cambio climático hizo significativamente más probables. Además, durante este periodo, una de cada cuatro personas en todo el mundo ―un total de 1.900 millones de personas― se enfrentó a olas de calor de al menos cinco días. Estas rachas de calor de varios días tuvieron un CSI de 2 o superior, lo que indica que el cambio climático provocado hizo que esas temperaturas fueran al menos dos veces más probables.
Un año de récords que se extenderá también al siguiente. Este miércoles, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) pronosticaba que el actual fenómeno climático de El Niño, que suele ir ligado a una subida de las temperaturas, continuará al menos hasta abril de 2024. Esto significa que el próximo año puede ser incluso más cálido que este, y tampoco se descarta que pueda traer, junto a la crisis climática, récords de temperatura en los próximos cinco años.
El análisis de Climate Central secunda esa previsión: “El Niño está empezando a aumentar las temperaturas, pero según los patrones históricos, la mayor parte del efecto se dejará sentir el año que viene”. Sin embargo, en cuanto a la influencia de este fenómeno natural en los últimos 12 meses, el organismo determina que “es probable que El Niño y la reducción de la contaminación marítima, junto con otros factores, hayan tenido una pequeña influencia en el aumento de las temperaturas, pero es muy baja en comparación con la influencia de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano”.
“Como científico del clima, no me sorprende en absoluto ver que los últimos 12 meses son los más calurosos registrados en nuestro planeta. Hace décadas que sabemos que esto va a ocurrir, y una y otra vez comprobamos que coincide directamente con las proyecciones de calentamiento global de nuestros modelos climáticos”, declara Zachary Labe, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos de la NOAA y en el Programa de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey. “También sabemos que esos mismos modelos climáticos muestran que podemos limitar la cantidad de fenómenos meteorológicos extremos y otros impactos del calentamiento futuro, pero solo si reducimos las emisiones de combustibles fósiles”.
Antes de este año, el récord anterior para el período de 12 meses más cálido era de 1,29 °C por encima de la línea de base preindustrial (1850-1900) y ocurrió en el período comprendido entre octubre de 2015 y septiembre de 2016. Casualmente, ese año (2015) coincide con la fecha del Acuerdo de París, en el que se establecieron compromisos climáticos que no se están cumpliendo. A pesar de que los países se comprometieron a limitar el calentamiento global a 1,5 °C, los gobiernos planean producir un 110% más de combustibles fósiles de lo que deberían para el año 2030, según el informe anual sobre la brecha de producción del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
“Realmente hemos entrado en una nueva era del clima global, con el umbral de calentamiento de 1,5 °C acercándose rápidamente”, sostiene Haustein. “Cada décima de grado de calentamiento que consigamos evitar a partir de ahora es importante. Sabemos cómo llegar hasta ahí. Sabemos lo que está en juego. Un futuro neutro en carbono no es solo una utopía, es el único futuro que tenemos. Pero tenemos que acelerar nuestra acción climática para conseguirlo”
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Fuente: Climática