Las vacas, en cambio cayeron sólo 2%, aunque hay que tener en cuenta que la semana pasada habían aumentado mucho menos (15%).

Las bajas se hicieron sentir desde el viernes. Los novillos bajaron en cada rueda $80-100, los novillitos $120-190 y las vaquillonas $100-170, acumulando $300, 500 y 400, en ese orden, de miércoles a miércoles.

La semana pasada se dio una combinación de circunstancias que permitió alcanzar un nuevo récord histórico de valor, superando en 14% al anterior, marcado en las Pascuas de 2022.

La larga incertidumbre política y económica, graves desequilibrios macroeconómicos, el fuerte impulso de la inflación, la corrida cambiaria que caracterizó los meses previos al cambio de gobierno y la expectativa por los anuncios que iba a hacer el nuevo ministro de Economía, fueron algunos de sus ingredientes. No es fácil que se repita semejante cóctel.

La oferta en Cañuelas, incrementada por un remate especial de Navidad, fue más que destacada. Hay que retroceder cuatro años, precisamente en la semana previa a Navidad de 2019 para encontrar arribos mayores, cuando también hubo cambio de gobierno y de partido gobernante; 38 mil cabezas de la semana pasada versus 40 mil de aquélla de hace cuatro años.

La comparación de los precios promedio de esta semana con los de 30, 60 y 90 días atrás deja saldos fuertes pese a la baja de la corriente. Los novillos y jóvenes aumentaron 33-37% en un mes, 50% en dos y 105-112% en tres. Las vacas vieron aumentos más atenuados, 25, 50 y 90% en ese orden.

El precio real del novillo, aún cerca del último récord

A pesar de la baja de esta semana, su valor supera al anterior máximo de este año, de agosto, en 3% y quedó sólo 9% abajo del récord previo de Pascuas de 2022.

¿Se viene una presión bajista?

La semana pasada dijimos que el precio entonces marcado había sido completamente inesperado y que la demanda, tanto la interna como la externa no permitían su sostenibilidad.

Esta semana comenzó a corregirse. En la medida que pase la demanda de las Fiestas, que siempre es importante, que desaparezca la restricción tributaria que empuja a muchos productores a no vender en diciembre y que se despejen algunas de las incógnitas con el nuevo gobierno, la oferta será superior y los precios recibirán mucha presión para bajar, desde su alto nivel actual.

Hay que pensar que con la inflación que ahora estimamos para diciembre (25%) se necesita un empujón fuerte cada semana, del 5%, para no perder valor real. ¿Lo convalidará el mercado?