La faena argentina totalizó 1,05 millones de cabezas en marzo, marcando un aumento de 1% con respecto a febrero y una baja interanual del 19%.
Ajustando los datos a los días hábiles, estas comparaciones pasan a ser de -4 y -11%, en ese orden.
Es la caída interanual más alta desde 2011, cuando los animales enviados a frigorífico se redujeron muy fuertemente, en el proceso de recomposición de existencias tras la superliquidación de 2008-2009.
Las principales categorías muestran disminuciones interanuales de dos dígitos, entre el 12 y el 29%.
Entre éstas, destacamos la baja de vacas, con el 25%, ya que era la única de las cuatro más importantes, que todavía no había entrado en terreno negativo, desde que empezamos a vislumbrar la inflexión del ciclo, a mediados del año pasado.
La mermada categoría de novillos fue la que más cayó, con 29%, siendo la menos voluminosa de las cuatro.
La participación de hembras fue del 47,1%, no muy distinto al de los últimos meses, aunque muestra el menor aumento interanual en nueve meses. Y su tendencia, también, viene marcando una reducción desde hace cinco meses. Esto es cierto para datos mensuales como trimestrales, aunque todavía no se está viendo para datos de doce meses consecutivos, pero no falta mucho para que esto también se refleje.
Si bien la faena de los últimos 12 meses sigue siendo más alta que la comparable de los últimos trece años, el curso que ha iniciado es muy claro y sólo un acontecimiento impensado podría cambiarlo.
No obstante, para dimensionar al párrafo anterior, las 14,2 millones de cabezas faenadas entre abril de 2023 y marzo del 2024 superan en sólo 3% al promedio de los cuatro años previos.
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Fuente: valor Carne