El reciente informe del “semáforo” que elabora Coninagro revela un preocupante panorama para 13 de las 19 economías regionales, marcándolas en color “rojo”. Esta clasificación indica que estas regiones están atravesando una situación de crisis o muestran signos preocupantes de estar encaminándose hacia ella.

En contraste, se identificaron 5 economías regionales en color “verde”, denotando estabilidad y crecimiento, mientras que una se ubicó en la categoría “amarillo”, sugiriendo una situación de precaución o moderada.

El análisis atribuye estas dificultades a una combinación de factores, donde los precios de los productos agropecuarios se sitúan por debajo de la inflación, mientras que los costos operativos se mantienen elevados.

Aunque se registraron aumentos de entre el 12% y el 29% en los precios durante el mes de marzo, este repunte no parece ser suficiente para revertir la tendencia a la baja en términos interanuales. Y por eso, se proyecta que esta situación podría agravarse aún más en el próximo período.

El “semáforo” de Coninagro, que detalla el estado de las principales actividades agropecuarias, destaca que solo cinco sectores muestran estabilidad en medio de un complejo panorama para la mayoría de las economías regionales.

Entre las actividades que gozan de estabilidad se encuentran la producción de maní, la ganadería bovina, el arroz, la avicultura y la yerba mate.

Por otro lado, la producción de hortalizas se encuentra en una situación “amarilla”, caracterizada por una baja en los precios pero con un incremento en las exportaciones.

En contraste, el resto de las actividades enfrentan diversas dificultades. El algodón, por ejemplo, enfrenta problemas productivos junto con precios considerablemente bajos.

La producción de cítricos dulces también está afectada por la caída de los precios, mientras que se espera una recuperación en el otoño e invierno con la llegada de nuevas cosechas.

En cuanto a la producción de granos, se observa una combinación de bajos precios para los productores, costos elevados y una leve recuperación productiva después de la sequía.

En el caso de la producción lechera, si bien los precios para los productores están por encima de la inflación, los volúmenes producidos son bajos y las exportaciones no compensan adecuadamente la reducción del consumo interno.

La producción de miel y la producción ovina también enfrentan problemas productivos y una baja en las exportaciones, manteniendo el panorama en “rojo”. Lo mismo sucede con la producción de peras y manzanas, donde se espera una mayor producción en los próximos meses, pero se debe prestar atención al costo de la energía eléctrica.

La producción porcina ha experimentado un cambio de color a “rojo” debido a los precios estancados y los altos costos, mientras que la producción de vino enfrenta precios estancados y volúmenes menores tanto en el mercado interno como en las exportaciones.

El informe refleja un escenario complejo para la mayoría de las actividades agropecuarias, donde la estabilidad es una excepción y los desafíos económicos son una constante.

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Fuente: Noticias Argentinas