Buenos Aires, 27 de mayo (PR/24) .-.El mercado del ganado con destino a la faena está signado por lo que sucede con la oferta, del lado de la demanda interna y externa no hay mucho que esperar en tanto las condiciones macroeconómicas del país no se modifiquen y por las señales que da el gobierno no se deberían esperan cambio significativos en los próximos meses.

La oferta para faena cayó 10% respecto del año pasado cuando fue muy alta consecuencia de la sequía. Eso significa que la oferta volvió a los niveles promedio de los últimos años. Al mismo tiempo la exportación viene traccionando más, al menos así fue hasta marzo, ya que en abril s produjo un quiebre importante.

Pese a la mayor participación de los exportadores en el negocio (en el primer trimestre las exportaciones crecieron 20%) los precios de lo que se destina al consumo interno no mejoran, al contrario, medidos en términos reales se produjo un deteriorio en abril que siguió en mayo.

El mes pasado la inflación fue de 8,8% mientras que el precio promedio del novillo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas subió 3% y los lotes de novillitos y vaquillonas mejoraron 5%. Hubo una pérdida real del precio del ganado terminado y cuando tengamos los datos de mayo seguramente la situación será similar.

Algunos operadores esperan una recomposición del precio de la hacienda a partid de junio, dicen que la efectivización de las paritarias y la corta brecha que hay entre el valor de la carne vacuna respecto de otros alimentos y en particular del pollo ayudarán a que eso suceda.

Por otro lado, debería moderarse la oferta de ganado de parte de los feedlots que este año vienen encerrando menos.

Pero al mismo tiempo sucede que la exportación redujo sus niveles de ventas en abril y en mayo está sucediendo lo mismo, de acuerdo con lo que informan operadores de ese sector.

Los exportadores, consecuencia de faltante de novillos debido en gran medida a que el año pasado no se hicieron las recrías por la seca, este año tienen menos disponibilidad de materia prima y por eso el novillo para exportación se pagó la semana pasada en torno a los 3.500 pesos por kilo en gancho a lo que hay que sumar el flete y comisión del consignatario si la hubiera lo que agrega 5/6% más de costo.

Directivos de diferentes firmas que venden carne al mercado mundial destacaron que su poder de compra no supera los 3.000 pesos, por ende están pagando 20% de su capacidad de pago. Esa situación se arrastra desde hace un par de meses, muchos faenan novillos que tienen en los feedlots terminándose, pero eso tiene un límite y por eso salen a comprar y a pagar precios imposibles, peor es tener la planta parada.

Al número no da porque Europa paga por los cortes Hilton el mismo valor que el año pasado mientras que los costos aumentaron notablemente. “Pagaba 4 millones de pesos de electricidad y ahora me llegaron 19 millones” comentó un exportador que vende cortes Premium.

Lo mismo sucede con China, la tonelada de garrón y brazuelo valen 4.100/4.200 dólares contra los 5.000 de hace un año.

La exportación pierde pero los productores que hacen novillos logran buenos precios y eso se debe a la poca oferta. Eso mismo debería suceder para que mejoren los precios del ganado para la faena: una caída en los ofrecimientos. Eso implica en definitiva un achique del negocio, producir menos.

Y en eso están los feedlots que vienen moderando sus ingresos. En abril el nivel de ocupación en los corrales fue de 65% de la capacidad instalada, el mismo que el mes anterior y 10 puntos porcentuales menos que el año pasado.

Sin seca y con los recriadores en el ruedo nuevamente a los engordadores les cuesta más competir, pero sobre todo el menor encierre tiene que ver con la cautela con la que se opera.

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Fuente: AGROEDUCACIÓN