Un equipo de especialistas del INTA Catamarca lleva adelante la caracterización de ovinos criollos, una de las cadenas productivas más importantes de la provincia. Con el programa de mejoramiento genético, buscan obtener animales con características genéticas superiores y brindar mayor seguridad.
La actividad ovina en la región del Noroeste Argentino (NOA) es una de las principales fuentes que proveen proteína de origen animal a la población rural. En particular, los ovinos criollos son la raza más importante de los rebaños en estas áreas y ejercen un rol primordial en las economías locales como proveedor de carne –corderos y capones– y fibra para el mercado artesanal, actividad arraigada al lugar y de destacado reconocimiento nacional.
El equipo de profesionales de pequeños rumiantes del campo Anexo Santa Cruz del INTA Catamarca caracteriza a los recursos genéticos en ovinos criollos locales para realizar un programa de conservación de este material, fundamental en la vida rural de estas zonas.
Víctor Herrera–especialista del INTA Catamarca– explicó que “las poblaciones de ganado doméstico, en su proceso de evolución, adquieren características que facilitan su supervivencia y reproducción en sus respectivos entornos de producción. Estos aspectos hacen que los recursos genéticos locales posean ventajas, en comparación con razas exóticas, particularmente en términos de resistencia a las enfermedades, consumo de vegetación de baja calidad y resistencia a la sequía, entre otros”.
Un programa de mejora genética brinda mayor seguridad y certeza, en comparación con la respuesta a un efecto ambiental. Lo que implica que esa composición genética se transmitirá a la descendencia y permitirá contar con animales genéticamente superiores.
“La capacidad de adaptación de los ovinos a estas áreas, como resultado del proceso de selección natural e interacción con los pobladores del lugar contribuyen de forma intrínseca a la biodiversidad y a mantener la capacidad en la prestación de servicios ecosistémicos ante los procesos actuales de cambio global”, enfatizó Herrera.
El trabajo que lleva adelante el INTA consta de dos etapas: la primera, consiste en una caracterización zoométrica y la segunda en consensuar un esquema de relevamiento de información productiva de las majadas necesaria para su inclusión en un programa de evaluación genética y selección de ovinos criollos.
Los índices zoométricos son considerados una herramienta para la caracterización e identificación racial, que permite identificar ciertas características funcionales de los animales (lechero o carnicero) además de aportar criterios para la toma de decisiones de manejo y selección.
Por su parte, Florencia González –especialista del INTA Catamarca– destacó que “la caracterización de los recursos genéticos es beneficiosa para los productores de la zona ya que muchos de los sistemas de producción dependen directamente de especies y razas locales, y de la biodiversidad del ecosistema para su sustento, esto mejora la calidad de vida y el bienestar general de las poblaciones, lo que facilita el arraigo rural y disminuye el éxodo hacia los centros poblados”.
Esta línea de trabajo inició en el año 2023, donde interactuaron técnicos de las Agencias de Extensión Rural del INTA de la región, grupos de cambio rural y organizaciones de productores de las localidades de Condor Huasi, Hualfin, Barranca Larga en Belén y Entre Ríos y Ampajango en el distrito San José en Santa María, con el fin de poner en conocimiento objetivos y metodología de trabajo.
“Las actividades de caracterización de recursos genéticos deben contribuir a una predicción objetiva y fiable a fin de permitir comparar el potencial de los ovinos criollos dentro de los diversos sistemas de producción de la región y del país”, indicó González.
Por otro lado, recientemente en el Campo Experimental Las Vizcacheras de la Estación Experimental Agropecuaria La Rioja, se realizó un intercambio con los profesionales del equipo técnico que caracterizó la cabra criolla de los Llanos Riojanos a los fines de ajustar metodologías de trabajo y realizar prácticas de medición zoométricas.
Este trabajo se da en el marco del proyecto macroregional “Desarrollo de herramientas y estrategias para una ganadería sostenible en la región NOA” y el proyecto nacional “Mejora genética animal, adaptación y resiliencia”.
“Es importante resaltar la cooperación permanente de los equipos técnicos de pequeños rumiantes de las Estaciones Experimentales de La Rioja y Catamarca para fortalecer capacidades técnicas y abordar temáticas estratégicas para el desarrollo y fortalecimiento de los sistemas productivos de caprinos y ovinos en la región”, señaló Herrera.
Las estrategias para una ganadería sostenible en la región del NOA son necesarias porque es una de las principales actividades económicas e involucra diferentes especies, entre ellas los ovinos, que cumplen funciones socioeconómicas.
“Esto sin lugar a duda nos interpela a desarrollar estrategias que permitan la sostenibilidad de estas producciones, contemplando aspectos económicos, ambientales y culturales de la región y de sus habitantes para garantizar su sustentabilidad”, concluyó González.
Fuente: INTA Informa