Enrique Barra, que se interesó en el proceso de transformación, desarrolló y fabricó localmente los hornos que se emplean en Japón para el producto; venderá producción a Brasil
Córdoba,16 de julio (PR/24) .- Una empresa dedicada al ajo negro instalada en Córdoba será la primera en exportarlo; el destino es Brasil. Producen tres toneladas mensuales en hornos desarrollados y fabricados en esta provincia y están certificando su presentación en cápsulas que elaboraron con el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Al ajo negro se le reconocen, en diversos estudios de instituciones médicas, propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
El ingeniero químico de 38 años, Enrique Barra, quien trabajaba en una empresa alimenticia, probó el ajo negro en el exterior y regresó interesado en producirlo, pero en la Argentina no existían los equipos que se utilizan para transformar el ajo blanco tradicional en negro; trabajan con temperatura y humedad controladas, le sacan el azufre y, por lo tanto, la acidez y el sabor fuerte. Consiguió e importó unos de Chile.
Para escalar en la producción desarrollaron y fabricaron en Córdoba los mismos hornos que se usan en Japón; cuentan con cuatro que le dan una capacidad de procesamiento mensual de tres toneladas: “Fuimos cumpliendo todas las etapas. A comienzo de este año se sumaron otros socios e inauguramos una fábrica de 5000 metros [cuadrados] en Río Segundo. Distribuimos a todo el país”.
Barra ganó el premio de empresario joven otorgado por la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) y ahora participará a nivel nacional del certamen organizado por CAME. Su empresa trabaja con la Agencia Pro Córdoba y con los ministerios de Producción y de Bioagroindustria. En esa tarea y con la participación en ferias lograron tres clientes en Brasil para exportar sus productos.
Ya certificaron VPM sin gluten y están completando la HACCP y la de “producto orgánico” puesto que se proveen de ajos de un campo mendocino certificado orgánico. “La Argentina es el segundo productor del mundo y Brasil el primer productor; esta transformación permite darle valor agregado y comercializar y exportar con una ventaja competitiva”, enfatiza Barra.
Venta
A nivel comercial, el ajo negro tiene dos canales de venta principales: uno es el gastronómico gourmet y el otro es el nutricional y de cuidado de la salud. La empresa vende a granel para los chefs y en presentación de retail para consumidor final (dientes de ajo negro, pastas de ajo negro, aceite de oliva con ajo negro y polvo de ajo negro). Barra destaca la versatilidad que tiene el emprendimiento para responder a la demanda del mercado.
Asegura que en las últimas ferias el nivel de conocimiento del producto aumentó al 55%: “Es lo que permitirá expandir el negocio; incluso fabricamos para otras marcas. Se está recomendando su consumo por sus propiedades antioxidantes, energizante, vigorizante y para reducir la presión arterial. Como antioxidante retrasa el envejecimiento de las células y eso es positivo. Es un alimento funcional”.
El ajo negro tiene un sabor dulce y salado, por lo que algunos expertos gastronómicos lo asocian al conocido como “quinto sabor”, el umami. Al momento de fermentarse, se torna de color oscuro, el olor fuerte desaparece y su textura se vuelve más suave.